Carta urgente a Zapatero sobre la reforma express de la Constitución (J.L. Sampedro)


José Luis SampedroCarta a Don José Luís Rodríguez Zapatero. Presidente del estado Español. Y al resto de las señorías que portan la representatividad parlamentaria.

Señor Presidente, permítame dirigirme a usted para comentarle mis más profundas inquietudes que, por mi honor y conciencia, me impiden quedarme al margen de los hechos relativos a nuestra Constitución amenazada por una vergonzosa e imborrable mancha.

Habéis realizado un gobierno durante sus dos legislaturas en las que, muchos podemos estar en contra o a favor de su gestión frente del ejecutivo que preside. Habéis cometido aciertos y errores, éstos últimos desgraciadamente más numerosos en su último periplo presidencial. Sus gestiones pueden ser criticadas o avaladas desde todos los frentes que los ciudadanos deseen pronunciarse.


¡Pero qué mancha de cieno sobre vuestro nombre -iba a decir sobre vuestro reino- puede imprimir esta abominable reforma constitucional! Por lo pronto, usted decide reformarla mediante una llamada telefónica al señor Mariano Rajoy, presidente del principal partido de la oposición, tomando ambos la representatividad parlamentaria como un absolutismo de dos dirigentes, dando bofetada suprema a toda justicia. Y no hay remedio, España conservará esa mancha sobre su Carta Magna y la historia consignará que semejante crimen social se cometió al amparo de vuestra presidencia.

Puesto que ha obrado tan sin razón, hablaré. Prometo decir toda la verdad y la diré si antes no lo hace el tribunal con toda claridad.

Es mi deber: no quiero ser cómplice. Todas las noches me desvelaría el espectro de la ciudadanía que expía a lo lejos cruelmente ultrajada, una reforma que no ha decidido.

Por eso me dirijo a vos gritando la verdad con toda la fuerza de mi rebelión de hombre honrado. Estoy convencido de que la ciudadanía no ignora lo que ocurre, entonces ¿a quién denunciar este afrenta malhechora de verdaderos culpables sino al primer soberano de la Carta Magna, al pueblo?

Ante todo la verdad acerca de nuestra Carta Magna y su proceso de reformarla.

Nuestra Constitución, nacida en 1978, promulga en su artículo Primero del Título Preliminar:

"España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político".
Agentes externos a nuestro ámbito constitucional, la señora Merkel y el señor Sarkozy, han dictado los cambios que usted promulga, auspiciados aún si cabe por entidades externas y opacas a la ciudadanía, no sólo de nuestro estado, sino del resto de los ciudadanos miembros de la Unión Europea.

Señor Presidente del Gobierno y señor Presidente del principal partido de la oposición:

No recuerdo que en ninguna de las legislaturas, en las que ustedes han sido elegidos como representantes de los ciudadanos (ni anteriormente tampoco), hubiese en algún proceso electoral papeletas para proceder a legitimar a estas personas (la señora Merkel y el señor Sarkozy) sobre nuestro ordenamiento legal, jurídico y constitucional.

Igualmente me consta, en ninguno de sus respectivos programas electorales, ninguna intención de reformar la constitución.

Ante este hecho y sus intenciones, ustedes han puesto la forma política dictada por la Constitución (representación parlamentaria) muy por encima de la soberanía establecida en la Carta Magna (el pueblo) documento que regula las normas y convivencia en nuestra nación.

Al ejercer su disciplina partidista, sr. Zapatero y sr. Rajoy, en la que los señores y señoras parlamentarias únicamente promulgan el deseo de sus líderes (en el presente caso ustedes), vuestras señorías son responsables y ejecutores del crimen que les expongo.

De forma sorpresiva, en periodo estival, con un parlamento en funciones, donde las señorías preparan las maletas fuera del hemiciclo ante la próxima cita electoral, ustedes pretenden modificar la Constitución sin consultar a sus soberanos.

Ustedes sobrepasan con sus intenciones el artículo primero del título preliminar de nuestra constitución. Su reforma no es para un "Estado social" y sus formas no son, ni mucho menos, "democráticas de Derecho".

Tal es la verdad, señores parlamentarios, verdad tan espantosa, que no dudo quede como una mancha en vuestra representatividad. Supongo que no tengáis ningún poder en este asunto, que seáis prisioneros de los mercados y de los poderes que os rodean; pero tenéis un deber de ciudadano en el cual meditaréis cumpliéndolo, aunque dudo que honorablemente. No creáis que desespero del triunfo; lo repito con una certeza que no permite la menor vacilación; la verdad avanza y nadie podrá contenerla.

Hasta hoy no perpetrábais el proceso, pues hasta hoy no han quedado deslindadas las posiciones de cada uno; a un lado los culpables, que no quieren la luz; al otro los justicieros que darán la vida porque la luz se haga. Cuanto más duramente se oprime la verdad, más fuerza toma, y la explosión será terrible. Veremos como se prepara el más ruidoso de los desastres.
Señor Presidente, concluyamos, que ya es tiempo.

Yo acuso al Banco Mundial, FMI, OCDE y demás organizaciones supranacionales y externas al gobierno europeo de ser los organizadores de este crimen. Ninguna de ellas elegidas en representatividad por el pueblo de un Estado, el nuestro, sobre el que quieren reformar la Constitución.

Acuso a la UE y al BCE de ser garantes dentro del territorio europeo este complot.

Acuso a Standard & Poor's y a Moody's como cómplices y beneficiarios de este acto.

Acuso al conjunto de la banca europea y nacional como lobby cómplice y beneficiario de esta infamia.

Acuso a la señora Merkel y al señor Sarkozy por inducir a perpetrar este vil atentado a nuestra soberanía.

Acuso a aquellas empresas, que junto a la banca, presionan a sus señorías para dejar de ejercer la representatividad de sus soberanos, ejerciéndola sobre sus intereses económicos.

Acuso a aquellos políticos cuyo máximo interés es mantenerse en el cargo que ejercen a cualquier precio, tan indignantes como el del crimen que nos ocupa.

Y por último: les acuso a ustedes por proponer esta modificación de espaldas a la ciudadanía. Ciudadanía que avala, es garante y soberana tanto del estado Español como de su Carta Magna. Ustedes que, mediante una simple llamada telefónica, ultrajan la inviolabilidad de una Constitución, inviolabilidad que defendieron cuando no se han atrevido a mantener su vigencia, adecuándola a las realidades sociales. Ustedes que juraron o prometieron sobre ella. Se atreven a modificar el máximo documento del Estado en aras del "Mercado". Mercado al que pretenden calmar mientras las voces del pueblo son ignoradas o silenciadas.

Puede que éste crimen ejerzan el efecto que ustedes esperan, pero no ignoren las victimas consecuentes. Habrán convertido la Constitución en un simple panfleto al que poner a cotizar en los mercados de valores, habrán convertido el espíritu de la transición española no en un garante de paz y democracia social como fue en su día, sino en un mero informe de resultados macro-económicos. Y habrán convertido a la ciudadanía española en un pueblo sin su máximo referente de legalidad moral y convivencia al subvertir los valores representados en ella por cifras monetarias inducidas fuera del espíritu en el que se redactó.

Distinguidas señorías, en nuestro Estado no sólo hay que ser demócrata, también hay que parecerlo y sus formas distan mucho de ello. Desde hace mucho tiempo no resuelven entre ustedes la composición del Tribunal Constitucional y resulta que si resuelven en minutos modificar el texto sobre el que basar sus juicios. Lo dicho señorías, también hay que parecerlo.

Sólo la ciudadanía tiene el derecho, tiene el deber, de mantener vigente este documento, ustedes han de darles los medios. Ustedes, la clase política, que no sólo por activa ahora perpetran este crimen que nos ocupa, sino que por pasiva en las últimas décadas no han dado un paso para mantener su vigencia, y mucho menos aún, consultar al pueblo al respecto.

No ignoro que, al formular estas acusaciones, arrojo sobre mí el peso y decisión del máximo soberano del Estado del cual ustedes se supone que representan. Y voluntariamente me pongo a disposición del pueblo.

En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento particularmente por ellas rencor ni odio. Las considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí, no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia.

Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la ciudadanía, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los ciudadanos y que me juzguen públicamente.

Así lo espero.

Un referéndum necesario

(Vicenç Navarro, Consejo Científico de ATTAC, 28/08/2011)

Resultado de una Transición inmodélica de la dictadura a la democracia (realizada bajo el enorme dominio de las fuerzas conservadoras herederas del régimen dictatorial anterior), el sistema democrático español es escasamente representativo, no sólo por estar basado en un proceso electoral muy poco proporcional (que se aleja mucho del principio de que cada ciudadano debiera tener la misma capacidad de decisión en la gobernanza del país), sino también por el escasísimo espacio que se ofrece a la ciudadanía para participar en las decisiones públicas que afectan el bien común. La democracia queda limitada en España a votar cada cuatro años sin que se le ofrezca a la ciudadanía la oportunidad de participar en referéndums vinculantes y otras formas de democracia directa que permitieran una mayor capacidad de incidencia de los ciudadanos en el quehacer común. Es cierto que hay posibilidades de hacer referéndums a nivel del Estado central, pero no es ni fácil ni frecuente, como demuestra la escasez de referéndums que ha habido en España durante el periodo democrático. La única expresión de desaprobación que los representados tienen a su alcance es dejar de votar o votar por opciones distintas cada cuatro años. Ello es un indicador de lo enormemente limitada que es la democracia española.

Hemos estado viendo recientemente cómo partidos gobernantes (tanto a nivel central como autonómico) están aprobando medidas altamente impopulares, que no estaban incluidas en sus propuestas electorales, y que se están llevando a cabo supuestamente por mandato de los mercados financieros, a quienes nadie ha elegido. El 82% de la ciudadanía estaba en contra, por ejemplo, del retraso de la edad de jubilación; el 86% en contra de la congelación de las pensiones; el 68% en contra de los recortes del gasto sanitario, y así un largo etcétera, lo cual no fue un obstáculo para que la mayoría de las Cortes españolas aprobaran tales medidas. Una consecuencia de ello es la enorme distancia que se está creando entre representados y representantes, con la pérdida de legitimidad de los últimos. No es de extrañar que la clase política dominante esté considerada por la población como el tercer gran problema que tiene el país.

Y estamos a punto de ver otro caso en el que una decisión de enorme trascendencia (la reforma de la Constitución, para garantizar un límite al gasto público) se está proponiendo por la dirección de los dos partidos mayoritarios, medida que no estaba en el programa electoral de ninguno de ellos (y que afectará negativamente a la calidad de vida de la mayoría de la población). Y ello sin que se haya consultado al pueblo español, argumentándose, además, que el Estado –como ha dicho en varias ocasiones Rajoy (el dirigente político español que ha promocionado tal medida de limitación de gasto público con mayor frecuencia)– no puede vivir por encima de sus posibilidades. En realidad, España se gasta mucho menos en su sector público (del cual, el capítulo más grande es el del Estado del bienestar) de lo que debiera por su nivel de desarrollo económico. El PIB per capita de España es ya el 94% del promedio de la UE-15, mientas que el gasto público social por habitante (que incluye gasto en pensiones, en sanidad, en educación, en servicios domiciliarios a personas con dependencia, en escuelas de infancia, en servicios sociales, en ayudas a las familias, en vivienda social, entre otros) es sólo el 74% del promedio de la UE-15. Si fuera el 94% (como debiera ser), nos gastaríamos 66.000 millones de euros más en nuestro Estado del bienestar de lo que nos gastamos ahora.


El problema del sector público (del cual el mayor componente es el Estado del bienestar) no es que sea excesivo, sino que está poco desarrollado. España está a la cola de la Europa social (su gasto público social por habitante es el más bajo de la UE-15). Como resultado de ello, sólo uno de cada diez españoles adultos trabaja en los servicios públicos (primordialmente en los servicios públicos del Estado del bienestar). En Suecia, sin embargo, es uno de cada cuatro. Si en España fueran cuatro, se crearían casi cinco millones de puestos de trabajo, eliminándose el desempleo.

Y no nos engañemos. Lo que desean las fuerzas conservadoras, lideradas por Merkel y Sarkozy en la UE, y por Rajoy en España (y ahora por Zapatero), es salir de la crisis a base de reducir todavía más los ya escasamente financiados estados del bienestar de los países periféricos de la eurozona, incluyendo España. De ahí su propuesta de escribir en piedra (poniéndolo en la Constitución) la limitación del gasto público exigiendo una eliminación del déficit público. Su aplicación a España significaría un obstáculo para la corrección de su enorme déficit social. Exigir limitaciones de tal gasto (en un contexto de escaso crecimiento y de reducción de impuestos) no es sólo un suicidio económico (pues se pierde la oportunidad de estimular la economía), sino también una condena a mantener subfinanciado el Estado del bienestar español.


Los ingresos al Estado español son de los más bajos de la eurozona, representando sólo un 34% del PIB (el promedio de la UE-15 es un 44%, y en Suecia un 54%) y ello resultado de una política fiscal sumamente regresiva que favorece enormemente a las rentas superiores a costa de las rentas del trabajo (en las que se incluye a la mayoría de la ciudadanía). De ahí el bajo gasto público, incluyendo el social. Querer frenar este gasto significa, en la práctica, congelar (por mucho que lo nieguen los que proponen tal medida) cualquier corrección de este enorme déficit.

De ahí que se necesite una movilización popular para que tal medida pueda ser confirmada o rechazada por la población española, de la cual deriva todo el poder del Estado. Es importante que a los representantes se les recuerde este principio básico de cualquier democracia.

Artículo publicado en el diario Público

EL TRATADO DE LISBOA, LA REFORMA GOLPISTA Y EL REFERÉMDUM NECESARIO

(Punts de Vista, 23/08/11)


En Octubre del 2010 el Consejo Europeo, (formado por los jefes de Estado y Gobierno de los 27 países que forman la UE) aprobó una reforma descafeinada del Tratado de Lisboa que significaba de hecho los principios generales de una importante reforma fiscal y económica desde la llegada del euro, en 1999. El Consejo defraudó las expectativas de la Comisión y el BCE que querían un mecanismo de sanciones automáticas para los países que incumplieran el Pacto de Estabilidad. Lo que la Comisión y el BCE pretendían era establecer un mecanismo de sanciones Estado por Estado, endureciendo los procedimientos y propuestas para los desequilibrios que se consideran "excesivos" para los talibanes del neoliberalismo.

El año pasado se habló incluso de que los 27 debían establecer sanciones para los países que mostrasen una deriva presupuestaria "poco saludable" aunque no hubieran superado los límites de déficit y deuda (establecidos en el 3% y el 60% del PIB, respectivamente). Lo que entonces no dijeron todavía (aunque al parecer Rajoy ya se había adelantado) es que figurara en las respectivas Constituciones de cada país las normas draconianas que entronizan una arbitraria relación de la DEUDA con el PIB, o la utilización del déficit presupuestario (que no es más que un instrumento más de política económica) a TOTEM intocable del comportamiento económico, en lugar de atender a la población, y satisfacer sus nececidades y sus derechos (como el empleo, la educación, la salud, la vivienda, etc.) como objetivos fundamentales de las políticas económicas.

Por tanto, la propuesta de hoy de Zapatero al Parlamento no es el traslado de un empecinamiento repentino de Merkel y Sarkozy. Forma parte del núcleo duro de la política neoliberal de la U.E. que ya intentaron imponer de manera constitucional con el primer Tratado de Lisboa y que –por desgracia, sólo temporalmente– tanto el pueblo francés como el irlandés mandaron a la basura de la historia con la victoria del NO en sus respectivos referéndums, mientras la mayoría del Parlamento español bendecía el texto propuesto por Bruselas con ratificaciones entusiastas, el voto negativo de ERC, el BNG e Izquierda Unida y la abstención, que nunca entenderé de ICV y Nafarroa Bai. Aquel NO tan minoritario cuando se estaba decidiendo vivir en una Europa amurallada, en conflicto constante por el incremento de las desigualdades, o una UE más democrática y social, fue demasiado débil para que pasado poco tiempo no decidieran empeorar todavía más las cosas (Y que CiU no silbe y disimule, que es co-partícipe de la primera votación y comparte las políticas antisociales que representa el Tratado de Lisboa). 

Y hoy –porque las debilidades ideológicas y de unión de las izquierdas siempre se pagan– Rodríguez Zapatero ha planteado –de nuevo sin referéndum– inscribir los dogmas sacros del fundamentalismo neoliberal en nuestra Constitución.

Naturalmente, no estoy de acuerdo con la propuesta de reformar la Constitución e introducir un límite al déficit público, pero recuerdo que la propuesta no parte de cero, y que el Parlamento español ya abrió la puerta a estas políticas al votar el Tratado de Lisboa. Por tanto, lo que se ha hecho es una continuación del golpe de estado económico que supuso en su momento la firma del Tratado de Lisboa que tampoco se quiso someter ni a discusión pública, ni a referéndum.

Pero quisiera establecer una señal de alarma adicional: he creído advertir, en más de un autor, una relación mecánica que me preocupa todavía más. Como ya expresé en otra entrada, quisiera alertar sobre la relación mecánica que se establece entre la reducción del déficit y el laminado de los estados del bienestar. No creo que debamos abonar, en manera alguna, la "obligación" mecánica de desmantelarlos ni para reducir el déficit ni para asumir el servicio de la deuda. Como expresé hace días, la reducción del Estado del Bienestar forma parte de la gran rapiña, del gran Saqueo del que nos habla Naomi Klein, y los Gobiernos que incurren en déficit o han visto crecer su Deuda Pública (obligados por el saqueo de las instituciones financieras) podrían aumentar sus ingresos con impuestos progresivos o reducir otros gastos antes que destruir los servicios sociales, de enseñanza o de salud. También Susan George nos alertó contra las políticas de austeridad… ¡imaginen el desastre si nosotros mismos nos las creemos y las tenemos impuestas por vía Constitucional!

A lo que estamos asistiendo es a otro acto más de avaricia especuladora, de desviación de las políticas al servicio de la mayoría de la población, para ponerlas a los pies de unas minorías cada vez más escandalosamente ricas y poderosas. Conviene una urgente movilización en contra de este segundo acto del golpe neoliberal. Por ello, todas las iniciativas sirven, y también (con las salvedades que he indicado anteriormente) la recogida de firmas iniciada por Vicenç Navarro exigiendo un referéndum antes de cualquier reforma de la Constitución.

Han hablado también del tema Rosa Maria Artal, Viramundeando, El observador sarcástico, Agua Va! y Miguel A. Peña. Precisamente en uno de ellos he encontrado la viñeta del margen.

"El techo presupuestario es un nuevo golpe de estado financiero"



Comunicado de Democracia real Ya!:

La noticia conocida hoy sobre la intención del Gobierno de incluir la ley de techo de gasto en la Constitución supondrá una pérdida de soberanía así como la venta de parte de nuestros derechos.

La iniciativa obedece a los mandatos de Merkel y Sarkozy, así como de otros poderes financieros supranacionales no votados ni elegidos por los ciudadanos, lo que demuestra otra vez más cómo los gobiernos juegan con nuestro porvenir y derecho de decisión.

Ninguna reforma de la Constitución -la norma suprema del Estado que consagra la Soberanía de sus ciudadanos- debería hacerse sin un referéndum vinculante.

Para defender nuestro derecho a una Democracia real no dudaremos en emprender las medidas de boicot y presión oportunas y exigir que esas decisiones las tome el pueblo soberano.

De nuestra reacción dependen los parques, carreteras, escuelas, hospitales y todo aquello que hasta ahora conocemos como público. Rechazaremos siempre que nuestros derechos fundamentales sean subastados al mejor postor para pagar las deudas de bancos y entidades financieras internacionales, pues son sus prácticas especulativas y chantajes criminales los que asfixian cada vez más a millones de personas.

Sabemos, y por eso estamos indigandos, que los mercados están por encima de las leyes de cualquier país, pero ahora pretenden regular y reformar nuestra Constitución. Esto significa que las decisiones políticas dejarán de tomarse en nuestro Parlamento o en Bruselas y que será el Fondo Monetario Internacional (FMI) u otros organismos no democráticos los que tendrán el control de nuestras finanzas y , por ende, de nuestra política.

Esta medida es una enorme pérdida de soberanía y muestra que la capacidad de influencia legislativa de la UE dirigida desde los poderes financieros es mayor que la del propio pueblo español. Por tanto constatamos que con estas medidas o decisiones, las opiniones y recetas de otros países o de organismos y entidades supranacionales, tienen más repercusión que las herramientas de Democracia participativa que tenemos a nuestra disposición (ILP o Referendum).

Esta falta de democracia se pudo ya observar con la aprobación del Pacto del Euro (contra el que ya nos manifestamos el pasado 19 de junio), acuerdo que ningún partido europeo llevaba en su programa y sobre el que no se realizó consulta alguna.

Desde Democracia real YA! reiteramos que no somos mercancía en manos de políticos y banqueros y por ese motivo seguimos oponiéndonos tajantemente a este tipo de medidas que se deciden sin consultar con quien realmente debería ostentar la soberanía: EL PUEBLO.

Twitter se moviliza para lograr un referéndum vinculante sobre la reforma constitucional

(20minutos.es, 23/08/11)

Constitución española
Tras conocerse el anuncio sorpresa del presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, apoyado por el líder de la oposición Mariano Rajoy, de reformar la Constitución para incluir un límite al déficit público, Internet se ha puesto a trabajar.

Reclaman que se convoque un referéndum vinculante para que los ciudadanos puedan decidir sobre esta cuestión. Con el hashtag de Twitter #yoquierovotar, que a las pocas horas ha entrado en los más tuiteados-Trending Topic- en España, los internautas enlazan a una página de la plataforma social Actuable donde los ciudadanos pueden adherirse a la causa.

El catedrático de Ciencias Políticas de la Pompeu Fabra, Vicenç Navarro, es el promotor de esta recogida de firmas digitales. En esta página Navarro explica que la Constitución no exige que la modificación sea aprobada en referéndum. Sería necesario para que la consulta fuese realizada que una décima parte de los diputados de cualquiera de las Cámaras lo solicite tras su aprobación.

Partidos como Izquierda Unida, UPyD y el nuevo Equo; ciudadanos tuiteros y líderes de opinión, y asociaciones como ¡Democracia Real Ya! apoyan la campaña y así lo han tuiteado.  Esta plataforma tilda de "pérdida de soberanía" y "venta de parte de los derechos" la inclusión del techo de déficit. Asegura que obedece a los "mandatos de Merkel y Sarkozy", que la semana pasada pidieron que los países de la eurozona incluyeran en su Carta Magna esta regla de oro,  y otros "poderes supranacionales".

La página de Actuable había superado a las 19.00 las 10.000 firmas que se proponía en un principio.

Reivindicación de la POLÍTICA transformadora ante un otoño movilizador

(ATTAC España, 18/08/11)

Carlos Martínez García – ATTAC Andalucía.

El Movimiento 15M ha tenido la virtualidad tanto de re-politizar la ciudadanía del estado español, como de poner la política al servicio de las ciudadanas y ciudadanos en las plazas y las calles. Hay un buen artículo en la web de Socialismo21 al respecto. La gente de la calle habla de política en las plazas y le quita a la casta profesional, el monopolio de la POLÍTICA, haciéndola regresar al pueblo.

La oligarquía política, subsidiaria de la oligarquía bancaria y empresarial –de las grandes empresas– ha sufrido un deterioro en tres meses, que años de escándalos no habían logrado introducir en el debate público.

Pero seamos propositivos y mojémonos. El desprestigio de una casta profesional no puede suponer el abandono de una noble actividad, máxime cuando esta puede enfocarse a reformar y transformar. Hacer política no es solo el cliché parlamentario. Es exigir en voz alta, por escrito o en una asamblea, medidas, acciones, reformas y mejoras, pero también soñar y edificar una sociedad diferente, tanto en nuestro modelo de vida, como en la construcción de una utopía posible, como todas -excepto la neoliberal ya superada por sus propios acontecimientos.

Ahora que el neoliberalismo ha fracasado y como ya ni con la propaganda de intoxicación masiva convencen, no les queda otro camino a los poderosos que la imposición. Las estrategias de recorte social, de "ahorro" y de privatización, no logran levantar ni la propia economía capitalista, además están fracasadas de antemano, de tal forma que incluso prestigiosos economistas liberales advierten de los fallos profundos y tremendos errores que las políticas de ajuste y techo de gasto están causando, pues impiden la recuperación de la economía productiva.

Pero el neoliberalismo es una opción política de poder consistente en mantener un sistema injusto, con unas brutales transferencias de rentas de las clases populares a las clases poseedoras, haciendo además a la población civil ser víctima y a su vez participe de su guerra de clases.

Es por eso por lo que necesitamos utopías, metas e ilusiones. No solo se trata de pedir una fiscalidad justa y la supresión de los Paraísos Fiscales o el fin de la reforma laboral, el pensionazo y la defensa del bienestar -que también-. Creo que se trata de comenzar a decir que aspiramos a la democracia económica, al reparto, al desarrollo armónico y sostenible respetuoso con la madre tierra, el fin del patriarcado y la consecución de la igualdad y la paz.

Una nueva ilusión por una sociedad avanzada e igualitaria. Frugal, no consumista y solidaria. Un nuevo Socialismo del siglo XXI, participativo, democrático y republicano, en el más noble y alto sentido de la palabra. Si no somos capaces de tejer una nueva utopía moriremos de asco en el día a día desesperante. Necesitamos una nueva ilusión. Pero es más sin utopía, sin ideales republicanos y justicieros, sin aspiraciones humanitarias socialistas, no seremos capaces de seguir la lucha.

En las plazas nos han dejado la POLITICA, pues la oligarquía política había renunciado a ella, en beneficio de la gestión y lo "económicamente posible", la economía de mercado y la democracia, esa si con apellidos, formal y representativa.

Pero también en las plazas nos han dejado los ideales del reparto, la paz y la total igualdad entre hombres y mujeres libres. Los valores que las y los socioliberales abandonaron están ahí y son nuestros, al menos de las y los que creemos que socialismo es democracia, es decir poder del pueblo. Socialismo es reparto y por tanto lo contrario del capitalismo y del mercado especulativo y financiero. Socialismo es acción política igualitaria y por tanto republicano, pues nada más injusto que las herencias antisociales de cuna y no de la libertad de elección.

Está bien, son necesarios los pasos previos; pero sin quedarnos en ellos. Con paraísos fiscales no hay una sociedad justa, pero sin igualdad tampoco.

Una nueva Revolución emerge en nuestras conciencias, pero no hay revolución sin utopía. El 15M también será político y hará política en la medida que sea capaz de ser utópico. La democracia no será completa -ni real- sin reparto equitativo de la riqueza y de la cultura.

Por eso, si tenemos ideales solventaremos las renuncias y las dejaciones, o superaremos la llegada al gobierno incluso de los neofranquistas del PP y sabremos seguir, porque hay una meta superior y una ilusión de todas y todos más fuerte que las amenazas de las y los señoritos derechistas. Pero sobre todo, sabremos construir algo nuevo, por un mundo nuevo.

Más de 1200 personas reunidas en Friburgo para proponer salidas al caos financiero

(ATTAC España, 16/08/11)

Comunicado de la Red Europea de ATTAC

Más de 1200 activistas de todas las partes del mundo se han unido a la Academia de la Red Europea de ATTAC en Friburgo, Alemania, entre el 8 y el 14 de Agosto para mostrar alternativas al caótico sistema económico mundial. La acuciante situación de los mercados financieros mundiales es objeto de una fuerte crítica por parte de los asistentes.

"ATTAC no esta aquí para decir "ya os lo dijimos" (aunque lo hicimos, y durante años). Tenemos propuestas concretas sobre como poner a las personas y al planeta por delante de los escandalosos beneficios de unos pocos. Estas propuestas funcionarían, si se les diese una oportunidad", ha declarado Susan George, Presidenta de Honor de ATTAC Francia.

"Durante mas de 10 años los políticos han ignorado nuestras reclamaciones de un control democrático sobre los mercados financieros: incluso cuando los debates sobre la necesidad de una mayor regulación ya se están dando, la implementación de un Impuesto a las Transacciones Financieras y otras herramientas reguladoras esta todavía lejos de aplicarse. A pesar de los bonitos discursos y las declaraciones de solidaridad con el mundo en el G20 y en otros influyentes foros internacionales, la regulación no se ha llevado a cabo, e incluso cuando se ha hecho tímidamente, esta ha llegado demasiado tarde", declaró Hugo Braun, uno de los organizadores alemanes del evento.

"Los llamados mercados, que no son otra cosa que los grandes poderes financieros, las empresas multinacionales como Telefónica, que despiden a miles de trabajadores cuando ganan miles de millones de euros, o los bancos, que están en las esquinas de nuestras calles y juegan al casino con nuestro dinero, no dejan de atacar a los estados europeos y están a punto de hundir a nuevos países como Italia o España, después de haberlo hecho con Grecia, Irlanda o Portugal. Ellos crearon la crisis, por culpa de ellos se endeudaron los estados y ahora aprovechan la coyuntura para imponer a los pueblos su propio rescate como si fuera el de las naciones a las que están a punto de arruinar", ha dicho Juan Torres, del Consejo Científico de ATTAC España.

El pánico ha regresado a los mercados financieros. A pesar de que los niveles de deuda de EE.UU. y los países de la Unión Europea eran bien conocidos hace tiempo, la gran crack bursátil esta aumentando incluso mas la irracionalidad de los mercados financieros con la degradación de la deuda de los EE.UU. Los rumores de la posible degradación de los bonos del estado francés han empeorado aun más el mercadeo especulativo.

"Hacemos una llamada a todo el mundo. ¡Levantaos de la televisión y los ordenadores y uníos a los movimientos que están construyendo alternativas a la crisis y trabajando por un mundo mejor!, este es el mejor camino para asegurar a todo el mundo que pueda tener una buena vida sobre unas bases ecológica y socialmente sostenibles", concluye Benedikte Hansen, líder de ATTAC Noruega.

La Red Europea de ATTAC exige:
  • La inmediata introducción de un impuesto a las transacciones financieras para frenar la especulación.
  • La inmediata expulsión de los especuladores y los instrumentos financieros de especulación de la economía y las sociedades, incluyendo la modalidad de compra/venta a corto y los CDS.
  • No a los rescates bancarios sin condiciones. Los bancos que no puedan sobrevivir deberán ser puestos bajo el control democrático de los poderes públicos con el objetivo de servir a las necesidades de la población y no de los beneficios de los accionistas privados.
  • Todas las instituciones financieras que son consideradas "demasiado grandes para caer" se dividirán en otras mas pequeñas.
  • Toda la deuda pública deberá ser auditada por una institución ciudadana imparcial. Toda deuda ilegitima será cancelada.
  • El Banco Central Europeo debe estar bajo el control democrático, y su mandato revisado de tal manera que permita la financiación de los estados miembros de la Eurozona.

Friburgo, Alemania, 12 de Agosto de 2011