LA UNIDAD EMPUJA DESDE ABAJO

(ATTAC España, 27/02/2013)

Gabriel González – ATTAC Mallorca

La unidad de los de abajo y las direcciones (cúpulas o aparatos) de los partidos.

Sin un un proceso constituyente desde abajo para construir una fuerza política poderosa, hegemónica y representativa, frente a una hipotética confrontación electoral se dará la circunstancia  de que la mayoría social  que actualmente rechaza las políticas impuestas por la minoría gobernante  sufrirá el voto disperso a la vez que concurrirá a esa confrontación con una sociedad  escéptica a creer que de  semejante dispersión  podrá  pergeñarse una respuesta solvente a los tremendos problemas que padecemos.  Algunos optaremos por formaciones políticas minoritarias o en  extremo minoritarias, engrosaremos la mayoría abstencionista o como mucho votaremos resignadamente por las opciones  menos  alejadas  de nuestras aspiraciones de otro mundo que veremos difícilmente posible, sin motivos para  implicarnos decididamente, con lo cual, y tras analizar los resultados, constataremos que siendo mayoría real quedaremos en situación de minoría en número de representantes en el Parlamento. Podremos echar la culpa a  ley electoral, a “la abstención” o decir que  somos ignorantes, etc.Todo ello escapes exculpatorios de una mirada superficial.

Esa situación facilitará a  la minoría triunfante (PP – PSOE) obtener los apoyos suficientes  para  consolidar el modelo absolutista de los mercados. ( podrían realizar algunos cambios menores, incluídos los territoriales y del modelo de estado, pero sin tocar el dogma neoliberal)  Por tanto, no es suficiente una coalición electoral  más o menos amplia de lo que hay, una SYRIZA a la española derrotada electoralmente y autocomplaciente porque “vamos por buen camino”  Sólo tenemos una opción, señalada por Rajoy: alcanzar la mayoría absoluta con nuestras propias fuerzas en las condiciones realmente existentes. Lo curioso de estas palabras de Rajoy, pronunciadas varias veces, no es que  sean una  indicación de nuestra debilidad, sino que son ahora   indicativas de lo posible. Pero se deben cumplir algunos requisitos para que esta  circunstancial mayoría social pueda emerger como fuerza creadora  y constituyente de una nueva realidad: que aquéllos elementos con amplia visión y capacidad integradora logren constituir una dirección política del proceso superadora de las reticencias pseudo-ideológicas  y capaz de implicar a la mayoría abstencionista en un proyecto vital radicalmente democrático y solvente. La responsabilidad fundamental en esta  emergencia la tienen las direcciones de los partidos con aspiraciones de cambio, pero también los dirigentes de la sociedad civil organizada y las personas que viendo como el viejo régimen se tambalea pueden y deben decir su palabra ahora. No habrá una segunda oportunidad. No se pueden mantener las condiciones sociales a voluntad, todo cambia, todo se renueva, y el poder lo hace especialmente rápido, no requiere de grandes reflexiones y acuerdos  entre muchas partes, el poder ve y actúa…salvo en momentos  de debilidad aparente, y  en  el avance  de nuestras fuerzas también hay obstáculos. Esas pequeñas  agrupaciones políticas que pretenden  acceder a una posición de influencia en el conjunto del amplio movimiento para dirigirlo de acuerdo a sus intereses, sin comprender que sus intereses no son realizables  en el terreno estricto de la competencia  y que sólo podrán realizar una parte de ellos cediendo su parte al todo, para verse incluídas en la marea  ciudadana en marcha. Así, icluídos en el anónimo colectivo, pueden ejercer  su influencia dialogando, señalando las verdades, convenciendo. Pero también pueden, eso sí, mantenerse como dulces derrotados  llevándose nuestras  aspiraciones de cambio por delante. No debemos permitírselo.

Y tampoco  instalarnos en la inacción esperanzada de que “ocurra algún cambio” No ocurrirá. Nosotros tenemos que provocar el cambio que queremos ver. Podemos proponer, desde abajo y sin “referentes” nuestros puntos de vista, proyectos, acciones para la creación de esa fuerza política  emergente. No contra los políticos o partidos actuales o sin ellos, pero no sin nosotros. Reflexionar  conjuntamente las bases programáticas de gobierno para ser refrendadas por la mayoría social,discutir y proponer las personas que mejor pudieran representar al movimiento, para ser refrendadas también por la mayoría social.

Estamos hablando de un proyecto constituyente de los de abajo en una formación política para ganar las elecciones nacionales, autonómicas y locales, ahora y en las condiciones presentes. Descartemos, pues, los viejos pactos electorales de partidos minoritarios para ejercer la oposición. Descartemos también las coaliciones preelectorales incompletas y con ánimo de sumar matemáticamente supuestos votos estables que dejan estar la abstención en su estática indiferencia.

Descartemos  la espera del príncipe azul revolucionario. Y si viene, echémoslo a patadas. Siendo lo que somos, con las fuerzas que tenemos y en el lugar que estamos, hagamos la democracia ahora, desde aquí abajo y empezando por nuestro entorno más próximo, exigiéndonos excelencia en la acción.

HESSEL SE VA DEJÁNDONOS INDIGNADOS

(3500 Millones, 27/02/2013)
   
  Lucila Rodriguez-Alarcón


2 INDIGNEZ-VOUS!

Hace unos dos años, durante una estancia en Paris en casa de un amigo, me llamó la atención un pequeño libretillo en blanco y negro, cuya portada consistía en unas letras enormes: "Indignez Vous!". Era tan cortito que me lo leí sobre la marcha. Me impresionó muchísimo. El contenido no era revolucionario, ni transgresor; al contrario, era extremadamente sencillo: ¡Indignaos! No solo tenéis la capacidad y la libertad para hacerlo, sino que además es vuestra obligación.
 
La vida de Stefan Hessel es la historia de una lucha incesante en pro de los derechos humanos. Se jugó la vida formando parte de la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial y dedicó el resto de su existencia a reclamar el respeto por los derechos más fundamentales que tenemos. Ninguna de las pequeñas heroicidades que realizó a lo largo de su vida mereció nunca un espacio en las portadas de los periódicos. Pero entonces llegó al año 2010. Y se asustó. Se asustó de ver que el futuro de todo por lo que había luchado dependía de una juventud aletargada, sometida a una suerte que consideraba ajena a sí misma. Se asustó porque las riendas del mundo estaban en manos de intereses oscuros, muy alejados de los ciudadanos y ante la aparente indiferencia de todos. Pero en lugar de dejarse vencer por el miedo o la edad, se creció, se llenó de fuerza y escribió el mejor discurso de su vida.

¡Indignaos! cambió la vida de mucha gente, primero en Francia, expandiéndose hacia el norte de África y conquistando el mundo. Es como si toda la energía luchadora de Hessel estuviera contenida en esas escasas 30 páginas. Esa energía se convirtió en la chispa que encendió un fuego que sigue vivo en todo el mundo. Y a través de ese fuego su mensaje se hace eterno.

Es difícil no reconocer el espíritu de Hessel en lo que estamos viviendo estos días en nuestro país. Él y otros como él son la memoria que nos recuerda que nada es gratis ni permanente. Que los derechos que habíamos dado por sentados se conquistan cada día en las calles, en las escuelas y en las urnas. Por eso todos deberíamos tener un ejemplar de ¡Indignaos! en nuestra mesilla de noche para releerlo cuando nos entra la apatía o pensamos que lo que sucede a nuestro alrededor no tiene nada que ver con nosotros. Como nos explicó Hessel nuestra indignación es la que cambia el mundo, no se nos puede volver a olvidar.

¿POR QUÉ RECLAMAR UN PROCESO CONSTITUYENTE?

(ATTAC España, 26/02/2013)


Antonio Bernal Arriaza – ATTAC Jerez

El debate en torno a la necesidad de abrir un proceso constituyente ya es un hecho.

Las críticas contra las insuficiencias de nuestro sistema político y las exigencias consecuentes de reforma de la Constitución no son una novedad. La discusión sobre el modelo territorial, zarandeado cada vez que se ha reabierto la cuestión de la financiación autonómica, forma parte de la historia de nuestra democracia y responde a las incertidumbres que dejó abiertas el título octavo del texto constitucional. Lo mismo cabe decir del incierto papel del Senado, inoperante por la indefinición de su papel a medio camino entre cámara de segunda lectura y de representación territorial. O del régimen electoral, reiteradamente denunciado por los partidos más castigados por el sistema de traducción de votos a escaños. Más recientemente se ha señalado el sesgo sexista que dispone la Constitución para la sucesión de la Corona.

Han sido, no obstante, debates circunscritos a círculos políticos y mediáticos, seguidos con bastante indiferencia por la ciudadanía. Pero en los últimos tiempos se han producido acontecimientos que han incorporado a la cuestión constitucional dimensiones inéditas, tanto en sus contenidos sustantivos como en su proyección pública.

El movimiento 15-M surgió al amparo de un discurso rápidamente extendido, que apuntaba al meollo de la legitimidad, formal y de ejercicio, que en democracia se exige de todo sistema político. Su ausencia se ha convertido en centro de la denuncia y de la oleada de movilizaciones contra una política olvidada de su finalidad principal, la procura del bienestar de la ciudadanía, que además emana de instituciones construidas sobre normas y principios inaceptables. Por primera vez en la historia de nuestra democracia, el sistema electoral o el papel de instituciones como el Senado o las Diputaciones Provinciales dejaban de ser materia restringida a élites políticas, para convertirse en objeto de atención y conversación pública. Pero además de los temas recurrentes, el debate se ha hecho extensivo a cuestiones tan cruciales como los sistemas de representación o la incapacitación política de la ciudadanía, ante las escasas posibilidades que la Constitución ofrece para la exigencia de responsabilidades políticas a los representantes electos y para el desarrollo de mecanismos de participación política directa.

El 15-M, en suma, ha sido un clamor emitido desde instancias civiles contra el divorcio entre el régimen político heredado de la transición y la sociedad española contemporánea. Pero también ha contribuido a la apertura de un horizonte de reconciliación entre política y sociedad, al señalar como ingrediente necesario la reforma en profundidad de la Constitución.

Sus razones se han cargado y generado crecientes adhesiones con el curso acelerado de los acontecimientos posteriores. La reforma constitucional del artículo 135, que puso el servicio de la deuda (a la banca) por encima de las obligaciones de gasto en servicios públicos (a la ciudadanía), junto a la ofensiva contra el Estado social directamente inducida por aquella reforma, han venido a demostrar que leyes y preceptos constitucionales tienen una influencia decisiva y visible en la vida de las personas. La mayor caja de resonancia de esta nueva percepción pública de la política ha sido sin duda el drama de los desahucios y la imponente respuesta ciudadana a las leyes que lo hacen posible.

En cuanto a la cuestión territorial, la desaparición de la amenaza terrorista de ETA, la eclosión del soberanismo catalán y el acoso financiero al conjunto de las comunidades autónomas, dictado por las políticas de contención del déficit, han vuelto a arrojar luz sobre las ambigüedades y cabos sueltos del título octavo de la Constitución. Pero ahora de forma notablemente más descarnada, tanto como para enfrentar las posiciones más contrapuestas, desde el retorno al centralismo a la constitucionalización del principio de autodeterminación, pasando por diversas variantes del federalismo.

Por último, la incesante oleada de escándalos de corrupción, los últimos salpicando de lleno a las más altas instituciones del Estado, han elevado hasta cotas insoportables el nivel de irritación ciudadana contra el sistema político, institucional y de partidos, asestando un golpe probablemente definitivo a su credibilidad.

Todo ello ha servido para situar en el centro de la agenda política la cuestión de la reforma constitucional. Hoy se habla abiertamente, no sólo en artículos de prensa, de la irremisible caducidad del régimen del 78, una expresión que hace sólo unos meses habría servido para desacreditar por exótico a quien la profiriese. Ahora, en cambio, el debate ya no se sitúa en el terreno de la disyuntiva acerca de si procede o no acometer dicha reforma, sino en la definición de su objeto y de su procedimiento, el qué y el cómo de la reforma.

En este nuevo escenario se va establecer una divisoria clara entre quienes tratarán de rebajar el alcance del proceso y quienes extraemos nuestras energías políticas de la presión social al cambio. Los primeros optarán por mínimas modificaciones al texto constitucional vigente, recurriendo preferentemente a la legislación orgánica e incluso a la ordinaria (baste como botón de muestra la Ley de Transparencia en trámite), y harán valer los procedimientos de reforma establecidos en el actual título X. Esto haría del proceso constituyente un asunto reservado a instituciones y partidos, en virtud de la reserva con respecto a la iniciativa constituyente que establece el artículo 87 a favor del Gobierno y las Cortes. La ciudadanía y la sociedad civil podrían comparecer, a lo sumo, para votar en referéndum un acuerdo político precocinado. Y aún eso sólo en caso de que la reforma afectase a determinadas partes de la Constitución: el Título preliminar, el capítulo segundo, Sección primera, del Título I, sobre derechos fundamentales y libertades públicas, o el Título II, de la Corona.

Enfrente nos tendrán a quienes queremos incorporar a la nueva constitución principios que garanticen la transparencia absoluta y sin matices de todo el entramado institucional, desde la jefatura del Estado (sobre cuya forma monárquica o republicana queremos pronunciarnos), a los partidos políticos y a cuantos actores sociales adquieran rango legal o constitucional como interlocutores necesarios de los poderes públicos y se financien con nuestros impuestos. Trataremos de incrementar de manera sustantiva las posibilidades de participación política directa en los procesos de toma de decisiones, y la responsabilidad de los gobernantes ante los gobernados, no limitada a su comparecencia electoral periódica. Trataremos de ampliar el alcance social y económico de la Constitución, confiriéndole un mayor grado de protección a los derechos ciudadanos en este ámbito, hoy relegados a la condición de principios rectores de la acción política, sin posible reclamación subjetiva ni amparo judicial. Trataremos de instituir un modelo territorial basado en la descentralización política real, asentado sobre la voluntad de perfeccionamiento democrático que implica la mayor accesibilidad posible de la ciudadanía a los centros verdaderamente autónomos de decisión, con un sistema de financiación que garantice la solidaridad interterritorial y la suficiencia de recursos para la gestión de competencias claramente diferenciadas entre los distintos niveles de gobierno, y que no podrá excluir la evidencia de que la unidad del Estado no puede imponerse como un dogma contra el deseo libre y democráticamente expresado de independencia de una parte, por insatisfactoria y hasta dolorosa que pueda resultar su secesión, siempre que resulten entidades estatales políticamente viables.

Y por supuesto trataremos de que el proceso sea en sí mismo un factor de legitimación de sus resultados. Debe ser, desde el comienzo, un proceso inclusivo y no excluyente, abierto a la participación ordenada de la ciudadanía y la sociedad civil. Eso no significa caer en la ensoñación de una asamblea constituyente universal, ocupando plazas públicas o blogs y redes sociales en Internet. Es muy explicable que el descrédito de las instituciones mueva al voluntarismo de muchas personas y organizaciones, dispuestas a enterrar el principio de representación política y a resucitar el viejo ideal rousseauniano del individuo libre y plenamente capaz de identificar la voluntad general del pueblo soberano, sin el menor atisbo de mediación. Muchas de estas personas y organizaciones son las mismas que alientan la resistencia contra las políticas antisociales que padecemos. Y su empuje ha contribuido de forma determinante a poner el proceso constituyente en el centro de la agenda política nacional. Pero deben entender que tanto el proceso constituyente como la renovada democracia que esperamos que alumbre pueden y deben hacer compatibles los mecanismos de participación ciudadana directa con los de representación, sin los cuales la política puede quedar convertida en terreno abonado para el populismo y para el aplastamiento de las minorías.

Conviene tener presente que esa línea divisoria entre quienes están empezando a encarar el proceso constituyente, reformismo gatopardiano por un lado, renovación democrática sincera por otro, nos abre serios interrogantes. ¿Estamos hoy en condiciones de impulsar un proceso constituyente verdaderamente sustantivo? ¿No estamos presos del sistema de partidos del 78, que aunque declinante sigue controlando las instituciones clave del Estado? ¿Acaso no comprobamos, día sí y día también, la severa fragmentación política que padecemos los excluidos de dicho sistema?

La respuesta es sí al primer interrogante y no a los otros dos. Hoy no estamos en condiciones de impulsar un verdadero proceso constituyente, porque no lo hace posible la suma de las inercias que subsisten en nuestro sistema político, sus resultados en términos de desafección ciudadana, y el desconcierto de quienes tratamos de poner remedio a uno y otro mal.

Pero esta evidencia no debe conducirnos al desaliento. El mismo empeño que ponemos en extender la idea de que existen alternativas contra la desesperación que suscita el recetario antisocial del neoliberalismo, debemos ponerlo en la difusión de un discurso pro-constituyente contra la desafección ciudadana hacia la política democrática.

Se trata también de marcar posiciones: ante los actores políticos que en estos momentos se debaten entre el inmovilismo y el minimalismo reformista; y ante quienes propugnan formulaciones del proceso inviables y cargadas de voluntarismo.

Unos y otros son, además, caladeros de posibles apoyos a un proyecto con vocación de mayoría. Para lograrla debemos explicar con acierto y convicción las insuficiencias de nuestro sistema político e institucional y sus posibilidades reales de corrección, mediante un texto constitucional nuevo o profundamente renovado, y mediante su correspondiente desarrollo legislativo. Debemos también formular una propuesta creíble y eficaz del proceso, que garantice su transparencia, que incorpore mecanismos de participación ciudadana directa en el debate constituyente, sin olvidar (pero sin sobredimensionar) las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, y que articule la presencia de organizaciones civiles, profesionales, universidades, etc.

Debemos, en suma, definirnos en torno a un nuevo signo de identidad política, en este caso con mayor dimensión propositiva que de resistencia. Tomar la iniciativa, antes de que nos la roben, haciendo ver que es posible construir un modelo de democracia política fortalecida ante sus enemigos.

FSM 2013: “LA SOCIEDAD CIVIL PLANETARIA RECORRE SU PROPIO CAMINO, QUE NO ES SIMPLE NI LINEAL"

(ATTAC España, 26/02/2013)


Sergio Ferrari  – Rebelión

De Porto Alegre (2001) a Túnez (2013): Entrevista a "Chico" Whitaker, cofundador y activista del Foro Social Mundial

El Otro mundo posible de Chico Whitaker
En este proceso en marcha de apenas doce años de vida, hay ya tantos logros alcanzados como desafíos pendientes. Así lo expresa Francisco "Chico" Whitaker, activo cofundador-activista-pensador del Foro Social Mundial (FSM) desde su primera edición en 2001 en Porto Alegre y miembro desde entonces del Consejo Internacional, la instancia facilitadora. A sus casi 83 años, el Premio Nobel alternativo de la paz 2006 actúa, reflexiona, conceptualiza y mira hacia el futuro de este espacio altermundialista. Próxima parada en el camino: la edición 2013 de Túnez (26-30 de marzo), tema de esta entrevista a escasas semanas de su realización.

P: El próximo foro se realizará por primera vez en el Magreb, región de intensos cambios políticos y sociales en los últimos años. ¿Cómo se decidió el lugar?
Chico Whitaker : Fue el resultado de diversas proposiciones anunciadas por organizaciones y movimientos sociales. El Consejo Internacional, que no es ni un órgano de Gobierno ni un Consejo de Administración sino una instancia facilitadora, fue construyendo la decisión del lugar de manera consensual. Resulta obvio que un Foro en Túnez en este momento pareció muy propicio en razón del significado positivo de la primavera árabe para todas las luchas mundiales. No podemos olvidar que ha sido ese movimiento social el que inspiró a miles y miles de jóvenes que han ocupado –y en algunos casos lo siguen haciendo- centenares de plazas en todo el mundo exigiendo cambios. Ni tampoco se puede olvidar el rol protagónico de la movilización de las sociedades civiles tunecina y egipcia para derrotar las dictaduras en esos países.

El FSM en una región explosiva
Pregunta: El asesinato del dirigente opositor Chukri Belaïd el 6 de febrero pasado ha relanzado una intensa movilización social en Túnez. ¿Su lectura de esta situación de cara al FSM 2013?

Chico Whitaker: Los sucesos de la primera parte de febrero nos han conmovido enormemente. El crimen brutal ha despertado una reacción ciudadana muy intensa. El gran desafío de Túnez hoy es no salir de ningún modo de la democracia. Los integrantes del Comité de Organización del FSM se han inmediatamente movilizado para condenar ese crimen. Un comunicado firmado por más de un centenar de los miembros del Consejo Internacional del FSM señala que este hecho no podrá frenar el proceso iniciado por los demócratas tunecinos con quienes somos solidarios. Estamos convencidos que las fuerzas democráticas sabrán mantener la convicción profunda de elegir la resolución pacífica de los conflictos como vía para avanzar en el proceso democrático. Estamos más que nunca convencidos, también, de la necesidad de la movilización internacional para asegurar el logro del FSM 2013 y que sea un momento fuerte de apoyo al proceso democrático en Túnez.

P: ¿En qué medida las fuerzas activas del Magreb en general y de Túnez en particular -me refiero a movimientos sociales, sindicatos etc- están involucrados realmente en la preparación, en la concepción de este FSM?
Chico Whitaker: Durante la dictadura de Ben Alí la sociedad civil tunecina contó con un núcleo de organizaciones activas. De éstas, se puede decir que todas están directamente involucradas en la preparación del FSM y constituyen su comité organizador. Entre ellas la gran central sindical, los movimientos por derechos humanos, los de las mujeres etc. Es importante recordar que el acto de lanzamiento del proceso del FSM ha sido promovido por el Sindicato de los Trabajadores Tunecinos en la ciudad minera en que la revolución empezó , de hecho, en 2008. Después de la caída de la dictadura han surgido nuevas organizaciones que se han involucrando en el proceso. Y muchas de ellas participan de las diferentes comisiones que se han creado para realizar el Foro. De igual forma la sociedad civil organizada de los otros países del Magreb está igualmente presente. 

P: ¿Las mujeres, que han jugado un rol fundamental en la primavera árabe, pero que son un sector *perdedor* en la post-primavera, podrían recuperar un cierto hegemonismo en el marco del FSM?

Chico Whitaker: Las organizaciones que luchaban por los derechos de las mujeres ya eran fuertes durante la dictadura y fueron fundamentales en su caída. No creo que se tornen ahora hegemónicas, pero serán igualmente importantes. Incluso en el Foro habrá un espacio "mujeres" que estoy convencido ocupará un lugar clave y será vibrante.

P: EL FSM 2013 es entendido como una oportunidad de acercar aún más las experiencias locales con los participantes llegados de los rincones más diversos…
Chico Whitaker: Sin duda. Irá gente de todo el mundo. Una ocasión para hablar directamente con los actores de la revolución – tal como ellos llaman a su movimiento-; para comprender mejor qué pasó en la región; de conocer mejor cómo los actores sociales participaron y siguen haciéndolo; para constatar el coraje, la tenacidad y la esperanza de los que promovieron la primavera árabe y la siguen impulsando, aun al costo de su propio sacrificio.

P: Un Foro nuevamente universal –si se analizan los once ejes temáticos propuestos- pero con una acento local, nacional, regional…
Chico Whitaker: En efecto. Si se ven las más de 2'700 organizaciones registradas para participar y el número de actividades auto-gestionadas propuestas que se acercan a las 1.500, no hay duda que Túnez ofrecerá un marco de debate mundial con problemáticas y temáticas de las más diversas que se puede imaginar. Pero, si comprendemos la impronta del proceso histórico de cambio que vive la región del Magreb /Makrech, entenderemos que uno de los principales desafíos de esta edición será el de reforzar la lucha tunecina y regional a favor de un país y de una región más igualitaria. Y que esta sinergia entre lo global y lo regional sirva como un paso más en el camino de todos los que aspiran a "otro mundo posible". Especialmente en la búsqueda de formas de abordar con nuevas proposiciones y articulaciones los enormes desafíos que confronta hoy la Humanidad.

P: ¿Se prevé una participación numerosa?
Chico Whitaker: Se habla modestamente de 50.000 participantes. Pero esto nunca es posible prever con exactitud. La metodología participativa sigue siendo la misma que en otros foros: los participantes han sido invitados a inscribir actividades auto-organizadas, sobre los temas que ellos mismos deciden trabajar. Incluso las Asambleas de Convergencia al final son auto-organizadas y pueden ser muchas. El resto depende de la capacidad de la gente de intercambiar y articularse. 

Avances positivos, retos pendientes
P: ¿Mirando los escasos doce años de existencia de este proceso denominado Foro Social Mundial y teniendo en cuenta algunas críticas escéptico-altermundialistas existentes, cuál es su balance en cuánto a objetivos y resultados del FSM?
Chico Whitaker: En 2001, y a manera de síntesis, barajábamos cuatro objetivos para el FSM. Hacer escuchar en el mundo un grito de esperanza. En segundo lugar, reflexionar-promover una nueva forma de hacer la política y de entender la cultura política. Además, reconocer, evaluar, integrar un nuevo actor político emergente, la "sociedad civil" autónoma de partidos y gobierno. Y en cuarto lugar entender que en este momento histórico de la humanidad no es suficiente resistir y protestar, sino avanzar en la construcción de alternativas concretas al sistema. Para hacer el balance deberíamos evaluar dónde estamos hoy en cuanto a esos retos…

P: Podría rápidamente evaluar cada uno de los cuatro…
Chico Whitaker: Como alternativa al Foro Económico de Davos, que difundía el pensamiento hegemónico, surgió el "Otro Mundo es Posible", como contestación y respuesta. En cierta manera se logró ese objetivo, y hemos asegurado que se alce una voz de esperanza. Los Foros sociales en sus diferentes niveles – mundiales, nacionales, regionales, temáticos- promovieron la posibilidad de la alternativa, confrontaron la visión hegemónica. Hay que reconocer, sin embargo que el mensaje de esperanza no llegó todavía a cada país y a todas las regiones. La idea de una nueva cultura política, anticipada ya en los noventa por los zapatistas de México, basada en la diversidad, la horizontalidad y la unidad de todos los actores sociales, también forjó pasos importantes en esta última década. Se reforzó en este tiempo la comprensión que esa nueva cultura es imprescindible para cambiar el mundo. Pero tampoco en este caso, todo es fácil y lineal. Esta visión alternativa al verticalismo y lo piramidal debe seguir avanzando en un camino que será largo.

El rol emergente de la sociedad civil se ha ido también consolidando. Muchas de las movilizaciones paralelas a las grandes conferencias de la ONU y de otros organismos internacionales dan prueba de ello. Las experiencias de los movimientos "ocupas" en Estados Unidos y de los indignados en diversas regiones del mundo, expresan esa fuerza de la autonomía hacia gobiernos y partidos en la construcción de un poder político diferente.

Para terminar, en esta mirada retrospectiva, el tema de las alternativas. Se avanzó en la identificación de las expresiones del sistema capitalista. Algunas alternativas fueron propuestas en los espacios creados en el proceso del foro. Nuevas cuestiones y temáticas se incorporaron con mayor énfasis al debate, en particular las relativas al medio ambiente, que ya es una preocupación casi generalizada en el mundo.

Pero, hay que reconocer, que la aplicación de esas alternativas es mucho más difícil que su identificación. ¿Por qué? Porque para hacer posible los cambios estructurales, es necesario la acción de Gobiernos y Estados, incluso en lo relativo al cambio de las leyes. Y la relación de fuerzas a nivel global sigue siendo, todavía, desfavorable para la sociedad civil, todavía muy fragmentada. Sumando a esto, el papel de la maquinaria de los medios de información y comunicación dominantes, monopólicos, frenan o retardan el proceso de tomas de conciencia generalizada. En síntesis, en estos doce años ha habido avances significativos, pero se mantienen abiertos retos no menos importantes para construir ese otro mundo posible. 

La confianza en la juventud
P: ¿A pesar de idas y vueltas, de avances y retrocesos, a sus 83 años, mantiene la confianza, casi utópica, de ese otro mundo posible?
Chico Whitaker: Sin duda no es fácil, particularmente en lo que se refiere a esa nueva forma de concebir y hacer la política, es decir los cambios culturales en la actividad política. Pero en ese sentido debo reconocer que estoy aprendiendo mucho con los movimientos de indignados y *ocupas" e intento que sus experiencias ayuden al proceso del Foro. Aun más: esos jóvenes aumentan mi confianza en la posibilidad de cambiar el mundo. Y con el andar del tiempo y el transcurrir de la vida uno va descubriendo realidades que nunca imaginaba. Que obligan a lanzarse a compromisos completamente nuevos. Un ejemplo es lo que ha ocurrido conmigo y mi compañera después del desastre atómico de Fukushima. Al intentar comprender más y mejor lo que la aventura nuclear implica, no terminamos de sorprendernos de los riesgos que ésta significa. Realidades que desconocíamos, muy influenciados por la desinformación reinante que nos transformaba en ciegos. Todo esto para decir que mientras tengamos las fuerzas no dejaremos de lanzarnos a nuevos retos de compromiso, para ayudar a despertarnos y despertar a otros…Con este espíritu vamos a participar a Túnez en una actividad auto-organizada sobre ese tema tan esencial.
Sergio Ferrari en colaboración con E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria, sostenida por la FEDEVACO y la Federación Ginebrina de Cooperación.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

BIBLIOTECAS DE CALLE CONTRA LA EXCLUSIÓN SOCIAL

(3500 Millones, 26/02/2013)


Esta entrada ha sido escrita por Dani García, del Movimiento ATD Cuarto Mundo. La campaña de microfinanciación de este proyecto sigue abierta aquí.

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Fotografía: ATD Cuarto Mundo
Jazmina terminó desarrollando una rutina creativa. Cada día, tras leer con atención no menos de un par de cuentos, pedía que alguna de las voluntarias de la Biblioteca de Calle tomara nota de las poesías que inventaba a partir de lo que le habían sugerido las historias descubiertas en los libros. De esta manera, algunos personajes volvían a la vida, otros nuevos se presentaban y sus andanzas seguían su curso animadas por la fantasía entrañable de esta niña de 8 años, vecina del barrio madrileño de chabolas del Pozo del Huevo.

Otros niños del mismo barrio, tras la lectura, se expresaban más libremente a través del dibujo, donde quedaban huellas de los personajes y aventuras que más les habían emocionado después de un buen rato de lectura. Una emoción que les llevaba más lejos de lo que ellos mismos se atrevían a imaginar, como en el caso de Lorenzo, que tras realizar un dibujo que nos encantó a todos, terminó rompiendo  en una posterior rabieta, como negando que él, señalado habitualmente como "travieso" o "malo", fuera capaz de crear nada bello.

En realidad, estas eran las principales razones de ser de la Biblioteca de Calle que se desarrolló hace años en este barrio y en algunos otros de Madrid y Barcelona: abrir, a través del libro, espacios para la cultura en lugares marcados por la pobreza y la exclusión; promover el encuentro y el aprendizaje mutuo entre personas de diferentes medios sociales; reconocer y hacer reconocer los saberes, capacidades y la creatividad de niños, niñas y mayores que habitualmente son señalados como incapaces.

Así, apoyada en la creatividad de estos niños y niñas, surgió  la historia de "El Dragoncito", que luego además fue ilustrada por ellos mismos y publicada como libro. Así, niños como Damián, con grandes dificultades en el colegio, pudieron presentar el libro en su clase y hacer entender a sus compañeros y profesores que comparten sus ganas de aprender y que ellos también tienen mucho que ofrecer.

Este es el espíritu que nos lleva, después de unos años de parón, a volver a poner en marcha la dinámica de las Bibliotecas de Calle. En estos tiempos de dificultades materiales agudizadas, sigue de plena vigencia la frase de uno de los primeros niños que participó en una Biblioteca de Calle: ''Tengo hambre en mi cabeza. Cuando no sabes nada, nadie te escucha".

Por eso, desde el Movimiento ATD Cuarto Mundo España nos proponemos de nuevo construir estas bibliotecas sin muros, sacar de nuevo a pasear los libros por las  calles de algunos de nuestros barrios. Porque creemos en el libro y en la calle como lugares de encuentro con quiénes suelen quedar fuera de las dinámicas comunitarias. El acceso sin barreras a la Biblioteca de Calle y su propuesta de compartir saberes promueve la confianza de los padres y madres, ya que parte del reconocimiento de un derecho: el derecho a la cultura, al pensamiento y  a libre expresión de este. 

Un derecho que, compartido con otros, se convierte en eje de encuentro y construcción de convivencia y transformación comunitaria con otros vecinos del barrio.

UN PROGRAMA DE 500 DÍAS PARA TRANSFORMAR LA REALIDAD ECONÓMICA

(El Huffington Post, 26/02/2013)
  
  Alberto González Pascual

"El pasado no está muerto. Ni siquiera está pasado". William Faulkner
Hace unas semanas, en mi último post publicado, algunos usuarios me comentaron la importancia de integrar un cuadro de medidas concretas que acompañaran a la visión reformista que plasmaba. Espero que el presente intento cubra parte de aquella demanda.
El mundo cambia, pero algunas cosas resisten sorprendentemente hasta permanecer prácticamente inalterables. En 2008, Barack Obama asumió en uno de sus discursos pronunciado cuando todavía era candidato a la presidencia, el punto de vista de William Faulkner sobre el sentido de la Historia, aprovechándolo para llamar a la acción y enfrentarse, en aquel caso, al tema racial. La clave que comparto con los dos es simple pero exigente: no se puede dejar de actuar ni esperar al "momento adecuado" cuando algo no es justo, no se puede tener miedo a confrontar, igual que no se puede extirpar del presente todo aquello que fuimos. 

Hace 30 años, los países socialistas de la Europa del Este y la URSS entraron en la fase más baja de su particular ciclo de estancamiento económico, lo que les precipitaría al colapso de su modelo de organización social y política. Durante la década de los años ochenta, aunque en vano, los esfuerzos de sus economías por hacer reformas se acentuaron mucho más que en todas las décadas anteriores. Fue lo que se denominó como el inicio de las medidas económicas de transición hacia el capitalismo, con la promesa incorporada de que, si lo hacían bien, lograrían sobrevivir y evitar grandes penurias o estallidos de violencia. 

Como bien sabemos hoy, aquella transformación no funcionó como se esperaba en el corto plazo, y durante los años noventa la hambruna en países como Rumanía, Polonia y Albania, la guerra de los Balcanes y los sucesivos procesos de independencia del dominio de Rusia por parte de las repúblicas bálticas, pusieron en evidencia que ejecutar un paquete de reformas económicas de liberalización era insuficiente, ya que había un cáncer mucho más profundo que tenía que ver, primero, con la putrefacción del tejido social provocado por el totalitarismo político y la corrupción moral de la nomenklatura (la lista que elaboraba la dirección del Partido para designar "unilateralmente" a los cargos públicos, quién subía y quién bajaba en el escalafón, para fijar y gestionar los objetivos de la planificación económica de recursos); y segundo, con la cultura de la disidencia y el rechazo a todas las instituciones que habían ejecutado con complacencia la represión del Aparato, lo que acabó fermentando un resentimiento instintivo acumulado en la psique de todos los ciudadanos y que en aquel momento se desinhibió. 

En aquella coyuntura de fin de milenio, condicionada por la escasez de unos y el odio de otros, se perdieron oportunidades para extraer lecciones aprendidas del que había sido su modelo productivo y de parte de sus hallazgos en cohesión social. De pronto, se borraron por completo 50 años de estilo de civilización, y tan sólo se preservaron inicialmente aquellas fórmulas de progreso que ya se encontraban consagradas en los países europeos occidentales como signos de bienestar, y por tanto "sanitizadas" de una presunta herencia comunista. Por consiguiente, el salto se dio desde el socialismo al capitalismo sin interrupción, sin poder cuidar el encuadre de la cámara ni ensayar la puesta en escena con los actores; se fue muy rápido y por ello se cometieron grandes errores de funcionamiento que aún hoy continúan generando grandes desigualdades. 

Lo que pretendo destacar es el fenómeno de la negación que se produjo en los últimos años del siglo XX en el nuevo mapa europeo, cuando se descartó totalmente una vieja aspiración: el paso del socialismo real a un socialismo de mercado. En vez de eso, inmediatamente se fulminaron todas las palabras, conceptos, experiencias y visiones que pudieran recordar al régimen caído. En Europa, la economía neoclásica se quedó sola en el podio, sin competidores, como nunca hubieran podido imaginar personalidades defensoras de su superioridad teórica como Ludwig von Mises o Friedrich Hayek. Incluso, la doctrina de la economía social de mercado que impulsó la reconstrucción europea desde 1945, había sido condenada al ostracismo desde finales de los años setenta, y únicamente quedaban fragmentos de aquella visión, ahora descontextualizados de su marco teórico original.

Mi propósito es realizar un pequeño viaje en el tiempo para rescatar de la desmemoria algunas líneas de investigación e inquietudes intelectuales que tuvieron lugar antes del Telón de Acero, cuando la ventana de oportunidad para ideas innovadoras estaba en su máximo apogeo, como también lo estaba el riesgo de su decapitación por las reacciones orquestadas por el fascismo. Me gustaría que este rescate sirviera para poner de relieve algunas alternativas para reformar el sistema económico, aunque éstas no sean perfectas, y estén pendientes, tras un largo abandono, de ser refinadas, pero desde luego pueden ofrecer un camino.

Así, fue en el periodo de entreguerras, durante los años veinte y treinta, cuando algunos economistas realizaron brillantes esfuerzos científicos por articular un sistema socialista de economía híbrida, es decir, un socialismo de mercado, Marktsozialismus, que fuera capaz de conjugar, a partir de un marco constitucional democrático, con audacia política y viabilidad tecnocrática, al presupuesto del libre mercado con el presupuesto del plan de planificación central.
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Dos visiones económicas confrontadas: Oskar Lange vs Ludwig von Mises. Foto: AGP.
Todo empezó durante la República Alemana de Weimar; aquel experimento trágicamente fallido reunió en puestos de gran responsabilidad a figuras como Emil Lederer, Arthur Feiler, Fritz Lehmann Adolph Lowe, Hans Neisser y Eduard Heimann. Muchos de ellos, vinculados con la Escuela Reformista de Kiel, en mayor o menor medida habían analizado el pensamiento de Marx sin por ello postularse como marxistas. Su apertura de mente les había permitido enfrentarse al desafío de tratar de integrar el prisma sociológico de Marx (junto a elementos de sus teorías del valor y del trabajo) dentro de un modelo económico que fuera coherente y lo más aplicable posible, tanto en términos políticos como en términos de eficiencia. Años después, todos ellos fueron perseguidos por Hitler y tuvieron que emigrar a universidades de EEUU y Gran Bretaña. 

Uno de los más destacados de aquel grupo fue Heimann, quien defendió la planificación económica, reconociendo que las fuerzas del mercado no podían garantizar resultados sociales. Tenía plena confianza en la capacidad de un estado manejado sabiamente para lograr lo que el mercado no podía asegurar. El fascismo, por supuesto, le enseñó una lección dolorosa sobre el potencial destructivo del estado, y muchos de sus escritos después de emigrar reflejaron una gran sensibilidad hacia las dificultades de equilibrar el papel de lo estatal, como agente de reforma progresista, y al mismo tiempo saber contrarrestar su potencial para la represión y la corrupción. 

Otro de los pensadores más destacados en aquellos momentos fue el polaco Oskar Lange. Para él, el estudio de las formas de administrar los recursos escasos suponía el objeto de la ciencia económica. A lo que más tiempo de estudio dedicó fue a cómo se habían administrado los recursos escasos en las sociedades humanas del pasado y a la influencia de ciertas instituciones sociales en el modo de ejercer dicha administración. Y desde ahí propuso su paradigmático y criticado modelo Lange, que reunía elementos del sistema capitalista y elementos de cálculo de planificación centralizada similar a la que se empleaba en la URSS. Entre sus aportaciones más singulares, su pilar fundamental recayó en la Oficina de Planificación Central (OPC), que servía para fijar los precios y alcanzar el equilibrio constante entre oferta y demanda. Dado que los precios eran fijados "artificialmente" por esta oficina con el fin de alcanzar los objetivos previstos en cada sector productivo, el equilibrio resultaba ser originalmente improbable. 

Para producir la cantidad correcta de bienes y servicios y crear un equilibrio, Lange postuló un método constante de ensayo y error. Si un excedente en la oferta de un determinado bien se planteaba, la OPC bajaba el precio de ese bien. Del mismo modo, ante una escasez de un bien particular, el precio era elevado. Por otro lado las empresas eran de propiedad pública, y los gerentes y trabajadores recibían -además de su sueldo- un dividendo social en base a los objetivos alcanzados, corrigiendo el problema central del modelo soviético en cuanto a la falta de incentivos y las barreras a la innovación. 

El modelo Lange, que se insertaba dentro de la prototípica democracia parlamentaria, buscaba asegurar el pleno empleo y al mismo tiempo crear un mercado donde los monopolios de grandes empresas y los ciclos destructivos del capitalismo, incluidas las burbujas especulativas, no pudieran producirse, y a la vez, que se generase la suficiente abundancia, preservando siempre el equilibrio, para que cada individuo pudiera elegir libremente qué bienes y servicios consumir. Décadas después, Lange profundizó su modelo mediante los emergentes avances de la cibernética, que representó la última esperanza para que los cálculos de esa OPC pudieran funcionar en tiempo real con suma precisión. Lo cierto es que su modelo se quedó sin implantación institucional.

A principios de los años ochenta, el economista húngaro János Kornai aportó los análisis más serios para explicar las razones del colapso de los países del Este. Su foco recayó en que la planificación centralizada había fracasado al no solucionar técnicamente el problema de la escasez, unido al estrangulamiento por parte de las instituciones políticas del principio de valor/utilidad (entendiendo por utilidad el juicio que hacen las personas acerca de la importancia que tienen los bienes a su disposición), lo que en conjunto había elevado el escenario hasta un nivel insoportable. En aquella realidad, la escasez equivalía a falta de vivienda y falta de equipamiento en los hogares de elementos tan básicos como calefacción o una línea telefónica. El pleno empleo atraía fenómenos limitadores como las largas colas para lograr bienes primarios, o la falta de incentivo para mejorar la calidad de los productos antes unos precios demasiado bajos. 

Sin embargo, la salida a este cul-de-sac descrito por Kornai no era guillotinar el modelo por completo para sustituirlo por el modelo neoclásico occidental, sino generar un ideal convexo capaz de sustituir los errores centrales del socialismo de Estado por un juego complejo de mercados regulados. Considero que una de las claves para alcanzar el ideal de Kornai recae en mantener activo el incentivo del beneficio pero reasignando y corrigiendo los significados que el mercado otorga a la propia noción de beneficio (esta idea la retomo más adelante mediante el concepto de "dividendo social"). 

Este breve recorrido histórico me permite justificar el título de este artículo, "Un programa de 500 días para transformar la realidad económica", en alusión al célebre pero fracasado plan de reformas económicas que Gorbachov intentó poner en funcionamiento para frenar una caída política del sistema soviético que fuera total e irreversible. Aquel plan recibió el sobrenombre de programa Shatalin o de los 500 días, diseñado por Grigori Yavlinski y Stanislav Shatalin, cuyo objetivo era saltar de la escasez a la estabilización mediante procesos de liberalización de precios y privatización de empresas, y unificar un tipo de cambio en base a una moneda única. No hubo suficiente tiempo para implantarlo, ni existían las condiciones de consenso político para que se pudiera tener éxito. Fue el prólogo a la hegemonía del postcapitalismo global anticipado por Daniel Bell muchos años atrás. 

Ahora, a mi juicio, lo que hace falta es un programa de pacificación a escala europea, que encauce una transición hacia un capitalismo de utilidad social que comparta, sin complejos ni prejuicios, algunos de los elementos de su ADN con los principios de planificación socialista. Se trataría de sintetizar una visión de reforma mecánica (limitada a incrementar la prosperidad en forma de fiscalidad progresiva, subida de salarios, educación igualitaria y sanidad universal) con una visión de reforma moral (aprovechar la mejora de las condiciones materiales para elevar la condición moral de las personas) de modo que ambas formen parte de un nuevo modelo económico. Veamos a qué elementos me estoy refiriendo: 

Oficina de Planificación Central Europea (OPCE) como elemento para regular la especulación y la acción extractiva de los fondos de inversión sin pretensión de crear prosperidad social. Desde este órgano se fijarían de un modo multilateral y transparente los objetivos sectoriales de producción, generándose una política de precios predeterminada aunque dinámica, siempre atenta al cambio y nunca dogmática. 

En cierto modo, y para entender su funcionamiento, su rol consistiría en sustituir esa demanda de certidumbre que las firmas de consultoría venden a las empresas del sector público y privado con el fin de intentar controlar el futuro mediante fotos y escenarios probables de lo que ocurrirá en el sector. Esa fotos suelen salir unas veces muy movidas, y otras simplemente nada tienen que ver con la realidad material que termina llegando. 

Bajo esta oficina, esa foto podría enfocarse y orquestarse de manera cooperativa. En la fijación de los objetivos de producción, al igual que ocurre en los planes estratégicos de cualquier empresa, se priorizaría alcanzar un máximo, un ideal de producción, pero sin burbujas. El control de la OPCE no sería exclusivo de la política, sino que el sector empresarial, los agentes sociales y la sociedad civil formarían parte del proceso deliberativo. 

Incido en que la planificación, tal y como la concibo, tiene sentido si lo que se establece no beneficia a una clase limitada, sino a la comunidad como un todo. Su alcance podría comenzar en una primera fase centrándose en los precios del suelo, la energía, los carburantes, y la comercialización de ciertos alimentos y tratamientos médicos. 

El sueño de Europa llegaría al mercado y ya no sería un espectro de él. Su misión sería buscar el equilibrio, descartando la dictadura del crecimiento infinito. Una acción colectiva y democrática de reparto de prosperidad. 

Dividendo social y métrica de utilidad. Las políticas de moderación salarial serían acompañadas de un dividendo, un complemento derivado de la utilidad social propiciada por la aportación del trabajo de cada empleado y de la producción de cada empresa al bienestar. Esto exigiría la creación de una métrica de utilidad no medible en términos de ingresos económicos, sino en términos de inversión multifactorial, donde la sostenibilidad, la formación, la creatividad y el impacto en la cohesión social se convirtieran en un capital valorable e incentivado en las empresas del sector privado.

Renta base. Sería diferente al salario mínimo o a la renta mínima para no caer por debajo del umbral de pobreza. En este caso se trataría de cubrir el porcentaje que le falta a una unidad familiar para acceder a una vida adecuada y suficiente como para que se les permita elegir cuánto tiempo quieren dedicar al trabajo fuera de casa. Esta renta procedería de un reparto de los beneficios obtenidos por las empresas públicas, de manera que todos los ciudadanos serían accionistas del capital de dichas empresas. En la liquidación se tendría en cuenta la posibilidad de las familias para llegar a esa renta base y el valor de los empleos y contratos para la creación de una mayor cohesión social.

Otras medidas tendrían que ver con desinflar el estrés consumista para aligerar la presión por trabajar cada vez más horas al servicio del consumo exuberante. Una de las medidas para controlar la evolución de la demografía no puede limitarse a la concepción extractiva de trabajar más años antes de la jubilación ¿Por qué no analizar modelos para trabajar menos horas de un modo más productivo con el objeto de distribuir mejor el espacio laboral y alcanzar así el pleno empleo? Esto permitirá cambiar tiempo de trabajo por ocio, reinterpretando el concepto de ocio como un proceso de perfeccionamiento individual a través de una formación educativa avanzada y sofisticada que repercutiera en la utilidad social y en la propia iniciativa emprendedora aplicada, en última instancia, a la economía.

Y por último, fomentar el surgimiento de nuevas formas de propiedad común, reformando las tipologías de empresas públicas, pero no privatizándolas sino reconvirtiéndolas en cooperativas de ciudadanos. Me parece bastante más viable e importante "curar" para que la adquisición de nueva riqueza proceda justamente que redistribuir la riqueza ya adquirida. 

Ahora que son conocidas por todos las reivindicaciones promovidas por las plataformas ciudadanas para hacer frente a la crisis, y una vez asumidos los principios y elementos arriba descritos, quizás se entienda que no quiera entrar a valorarlas punto por punto. En ellas suelen mezclarse opciones muy posibles a corto plazo, con otras más lejanas o que algunos calificarían de utópicas, aunque todas ellas nos permiten conocer más sobre cuáles son las inquietudes reales. A modo de recordatorio, podemos agruparlas en cuatro grandes grupos de reivindicaciones, aunque están estrechamente relacionados entre sí:
  • Aquellas que buscan la eliminación de privilegios de las clases mejor posicionadas (incluyendo aquí a la clase política, las grandes fortunas y la banca).
  • Aquellas que buscan facilitar el acceso de los ciudadanos a sus derechos básicos (como la vivienda) y un mayor desarrollo de sus libertades civiles.
  • Aquellas que intentan potenciar servicios públicos universales de calidad.
  • Y finalmente, el desarrollo de medidas tendentes a conseguir una optimización del gasto público basada en su rentabilidad social.
La creación de una cultura socioeconómica basada en los puntos que he descrito en este artículo (especialmente la idea de dividendo social y la creación de una Oficina Central de Planificación Europea) permitiría analizar y aportar soluciones concretas para cada una de las inquietudes repartidas entre esos cuatro grupos. Dicho de otra manera, las soluciones caerían por su propio peso, y las contradicciones que nos han llevado a esta antesala de colapso económico y social quedarían fácilmente en evidencia. 

¿Pero es algo de todo esto posible? Sólo puedo argumentar que no puede haber ninguna duda de que los economistas reciben su formación intelectual al mismo tiempo que son miembros de una nación en particular, de una clase social, de un grupo religioso o filosófico, de una tradición política, etc. Todo esto expone a los economistas, como les ocurre a otros científicos, a una multiplicidad de influencias que les aleja del procedimiento objetivo. 

Las influencias que son conscientes se reconocen fácilmente y se pueden eliminar si éstas se oponen a las buenas costumbres del procedimiento científico. Sin embargo, las influencias realmente importantes son las inconscientes. Hay muchos economistas que se creen inmunes a ellas, aunque están igual de expuestos que cualquiera. Suelen sostener que desconocen de su existencia, pero esas influencias están operando incesantemente a través de procesos que se esfuerzan en racionalizar los motivos inconscientes que son totalmente ilógicos. Ahí surge la creencia en la ideología, para bien y para mal.

Hace 20 años, los países en transición de la Europa del Este querían ir donde estábamos nosotros, Europa, antes de la crisis. El mismo deseo lo han compartido las economías emergentes de Latinoamérica y el Suroeste Asiático. Y sin embargo, la pregunta crucial es ¿dónde queremos nosotros, los ciudadanos europeos, ir a partir de ahora? 

Mientras la rentabilidad social y la rentabilidad económica no confluyan en un punto de equilibrio incuestionable para las intenciones programáticas de todos nuestros dirigentes, a Europa le quedará un largo camino por recorrer, al igual que a cada uno de nosotros. Como exponía al principio: no se puede dejar de actuar ni esperar al "momento adecuado" cuando algo no es justo. No se puede tener miedo a confrontar. Y no es admisible que nos extirpen aquello que nos hace ser quienes somos.

VOLUNTARIADO EN EL SUR: UN GENERADOR DE EMPATÍA

(3500 Millones, 25/02/2013)


Este artículo ha sido escrito por Fran Carril (@franchucarril), trabajador de Ayuda en Acción que coordina el programa de Voluntariado a Terreno de la organización y que el pasado año compartió la experiencia con 33 personas voluntarias en el Hogar Teresa de los Andes en Bolivia.
El voluntario Álvaro Sainz trabajando en Yancana-Huasy. Autor - Jenny Enríquez
El voluntario Álvaro Sainz trabajando en Yancana-Huasy. Autor - Jenny Enríquez
"Hoy sé que no puedo seguir  conforme con el mundo y todo lo que pasa, hoy sé que veo el mundo diferente y a las personas de una manera distinta. Hoy he descubierto que dentro de mí se encuentran la fuerza y el amor necesarios para cambiar esta realidad, si bien es cierto que una sola persona no puede cambiar el mundo, si me uno a aquellos que se encuentran luchando por un mundo mejor, por un mundo en donde existan más sonrisas, llenas de amor y felicidad, podemos cambiarlo."
Así era como finalizaba la experiencia de voluntariado de Valciléa Alves, una de las 55 personas que participaron el pasado año en el programa de Voluntariado a Terreno de Ayuda en Acción y que acabamos de abrir para este 2013, con más de 300 plazas en cinco países diferentes: Perú, Paraguay, Bolivia, Ecuador y Etiopía. 

¿Por qué hacer un voluntariado en un país del Sur? Conocer un nuevo país, una nueva cultura, nuevas personas, poder ayudar a otros,  garantiza que será una gran experiencia, pero el mayor regalo es recuperar la empatía que provoca el tacto con tacto de convivir con personas que diariamente luchan porque vivir dignamente. 

La empatía, esa emoción que nos hace ponernos en lugar del otro, pero que a menudo en nuestra estresada parte del mundo, es de la primera que nos olvidamos. No sabríamos deciros cómo, pero lo cierto es que cuando llegas a uno de los proyectos a hacer tu voluntariado, sientes que algo se te acaba de romper. Esos muros que aquí sentimos que son la única defensa frente al daño que puedan hacernos los demás, se rompen de inmediato en cuanto el primer niño te da un abrazo o cuando alguien te dice las mágicas palabras "gracias por ayudarme", ahí es cuando esa empatía perdida aflora de nuevo, a veces con lágrimas, otras con una enorme sonrisa, pero siempre con un fuerte deseo de seguir ayudando y la esperanza de volver cuanto antes, porque sientes que tu vida, ya es parte del proyecto en el que has estado y quedas ligado a ellos para siempre, un verdadero vínculo único y transformador.

Sólo podemos animaros a ser partícipes de esta experiencia, porque como bien dice una de nuestras queridas voluntarias, "podemos cambiar el mundo", y hoy más que nunca, es el momento de cambiarlo. Hoy son los pequeños actos, los que transforman la realidad, los que producen verdaderos cambios y los que tienen impacto. La solidaridad, la bondad, la empatía y el amor, son los elementos principales para hacerlo.

Ciudadanos de un mundo que no se conforman y que quieren cambiarlo porque, pese a las distancias, todos formamos parte del él. Ciudadanos que no quieren estar al margen de lo que pasa más allá de sus paredes, y que desean conocer otras realidades, aprender y participar de ellas.

En mi organización sentimos la necesidad de promover y alentar a los ciudadanos a que formen parte también de una solidaridad sin fronteras, global pero que trabaje en lo local, en lo diario. Por estas razones, ha apostado este año por aumentar el número de plazas ofertadas y permitir a alrededor de 300 personas  a que viajen, convivan, se rompan, empaticen…  con las familias, las comunidades, los trabajadores de la organización en Etiopía, Ecuador, Bolivia, Paraguay y Perú donde podrás realizar diferentes actividades de apoyo a los proyectos. 

En nuestro blog, podrás ver aquellos proyectos en los que puedes participar y conocer los testimonios de quienes el año pasado realizaron su voluntariado. Te animamos a sumarte a nuestro Programa de Voluntariado a Terreno, y a conocer nuestro trabajo. http://voluntariosaterreno.ayudaenaccion.org

UN PAÍS DONDE LA ÉTICA NO SEA EXCEPCIÓN, SINO LA NORMA

(Punts de vista, 21/02/2013)


Àngels Martínez Castells

Seguimos sin librarnos del corsé asfixiante de un bipartidismo que la prensa mantiene en la UCI. Ayer, como otras veces, lo defendieron dos tancredos sin capacidad de empatía, sin rastros siquiera de cordón umbilical con la realidad. Se hablará muy poco de lo que propuso Izquierda Unida, salvo recordar menosprecios marianos fuera de la realidad mientras llegan las mareas para bañar en realidad, dolor, derechos y latidos este Presidente de cartón piedra que ni siente ni padece. Un discurso miope de contable con manguitos surfeando en la mierda de la corrupción. Y apenas pareció impacientarse en el gran acto de funambulismo que no interesa a la ciudadanía para nada. Por eso, porque es distinto, merece la pena difundir el borrador de la intervención de Cayo Lara. Vean, si no:

"Hoy estamos aquí para valorar el estado de la nación, y debatir sobre ello. Y coincidirá conmigo en que España va cada día peor.

Pero hay una España a la que le va bien y otra España a la que le va mal.

A la que le va bien su política es a la de la oligarquía, la del poder financiero, la de los banqueros, de los especuladores, de los ricos, de los dirigentes de la CEOE, de los patriotas que se llevan impunemente el dinero que nos defraudan a todos a los paraísos fiscales y a las cuentas en Suiza, la de los chorizos, la de los corruptos, la de los que compran voluntades y favores, incluso con sobres.

Hay otra España a la que sus políticas le van muy mal, que es la de la gente corriente, de los trabajadores, de los parados, de la mayoría de pensionistas, de los jóvenes sin esperanza que emigran, de los desahuciados de sus casas, de la gente que se suicida porque se la roban los banqueros, la de muchos autónomos y pymes que han cerrado por la asfixia de crédito de la banca usurera, la de la gente empobrecida, excluida de este sistema egoísta, la de los cientos de miles de estafados por la banca con las preferentes, la de los empresarios honrados que no quieren formar parte de los corruptores.

Desde que usted gobierna:
- Hemos llegado a los 6 millones de desempleados.
- Se han destruido más de 850.000 empleos y cada vez hay más gente sin ayudas.
- En casi 2 millones de hogares todos sus miembros están en paro.
- Hay casi 800.000 cotizantes menos a la Seguridad Social.
- Casi 100.000 jóvenes formados han tenido que emigrar.
- Ha aumentado la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres.
- Ha crecido la pobreza, sobre todo la infantil. 1 de cada 4 menores vive en hogares que están bajo el umbral de la pobreza.
- Hemos perdido renta, de un 0,4% de aumento del PIB en 2011 a una caída del 1,3% en 2012.

En su conjunto, nuestra valoración es que España está peor que cuando Vd. llegó al Gobierno. Y lo más grave es que nos han robado la esperanza.

Somos conscientes de que la situación del país que recibió era nefasta. Lo sabe la gente. Por eso castigaron al anterior partido en el gobierno. Pero sus políticas, Sr. Rajoy, han deteriorado mucho más esa situación. Por eso en las encuestas un 84% de ciudadanos, muchos de los que votaron a su partido, rechazan su política y no confían en su gobierno. Todos sus ministros suspenden con nota, algunos con nota de bono basura. Por eso hay tanta gente en las calles, mucha que votó al PP, porque rechazan sus políticas. Y todas esas mareas de gente que se manifiestan en las calles defendiendo los servicios públicos, que se niegan a que los derechos conquistados los conviertan en negocios, no puede estar equivocada. Ante esas movilizaciones, la respuesta del Gobierno ha sido la intimidación, la represión y las sanciones. Hay demasiados casos que lo acreditan. El sufrimiento de la gente no se resuelve con medidas represivas, ni con anunciadas modificaciones del Código Penal para castigar hasta la protesta pasiva. Miles de personas han sido multadas injustamente, por lo que le pido que retire esas sanciones.

Y hablando de represión, permítanme señorías que haga un paréntesis para denunciar las durísimas penas dictadas contra los saharauis del 'Campamento de la Dignidad', y que muestran la farsa de Marruecos para acallar la legítima resistencia de todo un pueblo.

Señor Rajoy, le pido que exija al Gobierno marroquí la libertad de todos los presos políticos saharauis, en cumplimiento del mandato del Parlamento Europeo en la vigésimo segunda sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Sr. Rajoy. No hay excusa del pasado que justifique que Vd. gobierne en fraude electoral. Le votaron porque ofreció un programa que atrajo la confianza de más de 10 millones de personas. Dolores de Cospedal llegó a afirmar que era el Partido de los trabajadores. Qué sarcasmo.

Los 30.000 millones de mayor déficit público que encontró en las cuentas no justifican un cambio tan radical entre lo que prometió y lo que está aplicando. No es comprensible. La verdad es que están aplicando el programa oculto del PP, ese elaborado por la FAES, pero que no fue el de su programa electoral. Por eso ha faltado Vd. tantas veces a la palabra dada a los españoles. En la carta de presentación de su programa electoral dijeron que tenían "un programa para crecer y generar empleo, para apoyar a nuestros emprendedores, y para garantizar la educación, la sanidad y el bienestar de todos, sin excepción".

No han cumplido ni uno solo de esos objetivos, sino que todos han ido a peor.

No han tomado ni una sola medida para crear puestos de trabajo. Hicieron una reforma laboral que ha destruido más de medio millón de empleos y que solo ha servido para abaratar el despido, rebajar los salarios y precarizar aún más el mercado laboral. Se han hecho Expedientes de Regulación de Empleo en empresas con beneficios. Le exigimos desde ya la derogación de su reforma laboral.

Porque lo que están haciendo es provocar el mayor trasvase de las rentas del trabajo a los beneficios del capital de toda la democracia.

Sr. Rajoy, la verdad está en los hechos, no en lo que se dice.

Dijo Vd. que no abarataría los despidos. Los hechos son que con su reforma laboral se despide a los trabajadores con tres veces menos indemnización que antes. Un regalo a la CEOE que presidía Díaz Ferrán (por cierto, hoy en la cárcel).

Dijo Vd. que no recortaría en sanidad, educación y pensiones. La verdad es que ha recortado recursos y plazas en Sanidad y Educación. ¡Pero es que además se han comprometido con Bruselas a recortar otros 15.000 millones en gasto educativo! Es la vieja doctrina de deteriorar para justificar su privatización. También ha quitado poder adquisitivo a los pensionistas en este 2013.

Dijo Vd. que no haría amnistías fiscales. Los hechos son que con la amnistía de Montoro han premiado a los defraudadores regularizando a un 3% su fraude mientras que cualquier trabajador de salario medio tributa entre un 15% – 25%. Eso se llama atracar con el BOE a la hacienda pública y quita toda la autoridad moral al gobierno para exigir a los ciudadanos que paguemos los impuestos.

Habló Vd. de transparencia. Los hechos son que ha rechazado en esta Cámara la petición de nuestro grupo de crear una comisión que investigara a todos los responsables de la mayor estafa financiera que se ha producido en democracia. Los estafadores se marchan de rositas, sin devolver lo que robaron.

Dijo que no iba a dar ni un solo euro a los bancos. Los hechos son: 100.000 millones de avales en el primer decreto de diciembre de 2011.

Dijo que no habría rescate a la banca. Los hechos: hay un rescate a la banca de 40.000 millones que afectan a la deuda pública y están condicionados a medidas de ajuste y recortes públicos.

Dijo que no iba a crear un banco malo. Los hechos son que ya lo ha creado, un banco al que pasan miles de viviendas y suelo, que ya son de patrimonio público, para venderlas sin mirar la procedencia del dinero, con exenciones fiscales y acabar socializando las perdidas.
Dijo Vd. que no iba a subir el IVA. Los hechos: lo ha subido al 21 % castigando al consumo y a la mayoría social con la injusticia de los impuestos indirectos. El ministro Wert ya escuchó el otro día la justa crítica del mundo del cine por el IVA cultural. Por cierto, ¡viva el cine español y la cultura! y no los patriotas que ocultan sus fraudes en Suiza.

Dijo que el deber es antes que la promesas. Y yo le digo que NO, que las promesas son el deber mismo. Porque incumplir el contrato que se establece entre el elector y el elegido es una estafa electoral.

Pero además Sr. Rajoy, ¿dónde está escrito en su programa que la solución a los problemas de la Justicia iba a ser aumentar las tasas, para recortar su universalidad, hacer una justicia para pobres y otra para ricos, en lugar de aumentar los recursos materiales y humanos para tener una justicia de calidad y para todos?

¿Dónde está escrito en su programa que iba a reducir las becas y aumentar las tasas universitarias para dificultar el acceso al conocimiento a los hijos de los trabajadores?

¿Dónde está escrito en su programa que le iba a suprimir la Seguridad Social a los cuidadores de dependientes? ¿O que iba a recortar brutalmente la ley de dependencia?

¿Dónde está escrito...
- que los jubilados y pensionistas iban a tener que pagar parte de sus medicinas
- que los cientos de medicamentos que ya no financia la sanidad pública los tendremos que pagar enteros los ciudadanos
- que muchos inmigrantes iban a quedarse sin sanidad pública
- Que se apoyaría la segregación en las escuelas,
- Que se aumentaría el número de alumnos por clase. Que se iban a reducir profesores.
- Que los pensionistas perderían poder adquisitivo.
- Que se reducirían las ayudas a los parados.
- Que iban a privatizar hospitales en las CCAA que gobernaran.

¿Dónde está escrito en su programa que no iba a cumplir con los compromisos firmados con las comarcas mineras?

Se lo voy a decir yo señor Rajoy, no lo ponía en ningún sitio. Engañaron a los españoles para que les votaran, fue una auténtica estafa electoral. Pierde credibilidad a raudales y ya no le queda legitimidad.

Por eso respaldamos en su momento la petición de los sindicatos y los movimientos sociales de exigirle un REFERÉNDUM para que el pueblo legitimara o no su política.

Es cierto que tenemos un déficit que nos esclaviza, pero ese déficit no se ha producido solo por el estallido de la burbuja, sino porque durante muchos años los gobiernos de Aznar y Zapatero, con la complicidad de CiU, han esquilmado la hacienda pública con rebajas fiscales al capital y a las fortunas, y han mirado para otro lado ante el inmenso y creciente fraude fiscal en España.

Por eso se han recortado recursos a las CC.AA. y Ayuntamientos que ahora se les quiere hacer chivos expiatorios de la crisis.

Mientras, siguen manteniendo los privilegios de la Iglesia y siguen enterrando la memora histórica de este país, negando la verdad, la justicia y la reparación.

Las políticas de recortes y de ajuste que empezaron a aplicarse en mayo de 2010 para corregir el déficit han continuado con más dureza en los presupuestos de 2012 y 2013. Unas políticas que está demostrado que sólo han servido para asfixiar la economía, deteriorar más el bienestar de los ciudadanos y destruir empleo.

Señor Rajoy, hay otras políticas alternativas para combatir el déficit por la vía de los ingresos. Se lo hemos dicho en repetidas ocasiones en esta cámara, pero ustedes no han tenido voluntad política para hacerlo luchando contra el fraude fiscal (90.000 millones según los técnicos de Hacienda, la mayoría de las grandes empresas y fortunas):

- Han recortado la partida de la Agencia Tributaria y han reducido el personal destinado a luchar contra el fraude;
- el secreto bancario sigue dificultando la transparencia en las grandes fortunas; el tipo efectivo del impuesto de sociedades está en el 10%;
- las SICAV siguen vigentes;
- empresas y bancos que operan en paraísos fiscales siguen con ayudas del Estado;
- y para colmo está la escandalosa amnistía fiscal que, si hubieran pagado al gravamen actual sobre el capital, hubieran recaudado más de 8.000 millones de euros, más de lo que ha supuesto el incremento del IVA.

Pero además, la falta de equidad en los impuestos, que viola el espíritu y la letra del artículo 31 de la Constitución es indecente. De cada 10 euros de ingreso por impuestos previstos en los presupuestos de 2013, ocho se ingresan por las rentas del trabajo y por el IVA. Y sólo un euro de cada diez por los beneficios del capital. La lucha contra el fraude y una reforma fiscal progresiva serían las alternativas justas para combatir el déficit sin ir a la política de recortes, que sólo seguirá creando más recesión, más paro y más pobreza.

Sr. Rajoy, si no combate el fraude fiscal sin contemplaciones, especialmente el de las grandes fortunas y empresas, y no hace reformas fiscales progresivas para estimular la inversión productiva, la sostenibilidad y el empleo, este país revienta y Vd. lo sabe.
Su Gobierno afirma que a finales de este año España va a empezar a crecer cuando ningún organismo nacional o internacional ampara esas afirmaciones. El último informe, del BBVA, siendo el más optimista, dice que la economía decrecerá un 1,1% este año y que la supuesta recuperación no llegará hasta finales del 2014. Si a eso le sumamos que el presupuesto para ese año llevará un nuevo ajuste-recorte de 50.000 millones no habrá recuperación y la situación será más insoportable para la mayoría de españoles.

Y en cuanto a la mejoría de las exportaciones, chocan ya con una Europa estancada porque se niegan a estimular la economía. El propio presupuesto Europeo para el sexenio siguiente lo demuestra.

Es el más bajo porcentualmente de los últimos 12 años. Hay menos recursos para la vertebración social y seguirá el reparto injusto de las ayudas para el sector agrario.
Y mientras se cuestiona, con razón, el modelo productivo español, algunos se empeñan en ensalzar el modelo alemán, cuando ambos se complementan. Alemania ha crecido a costa de nuestra deuda. Lo que ocurre es que la peor parte se la han llevado los trabajadores españoles.

A la troika solo le interesa que paguemos la deuda y los intereses contraídos con la banca internacional, además de la reducción del gasto y los salarios. Lo dice claro la famosa carta que Vd. ahora, como Zapatero antes, se ha negado a presentar en esta Cámara. Por eso impusieron, y aquí tragaron, modificar el artículo 135 del la CE. La Troika sirve a su señor, el poder financiero. Y Draghi, además de aplaudir la política de recortes y aconsejar la reducción de salarios, ya dejó claro en su comparecencia clandestina los objetivos que ya conocemos del BCE: Controlar la inflación y dar dinero a los bancos para que especulen con las deudas soberanas.

Los 300.000 millones de euros que han recibido los bancos españoles al 1% no han ido al crédito a las empresas, sino a pagar sus deudas y a especular con la deuda soberana. La responsable no es la sociedad española, a la que no se consultó cuando los bancos se endeudaron por encima de sus posibilidades y las del país con la banca extranjera, con la dejación de funciones del Banco de España. España se desangra y Vds. ahondan en la herida con su programa reformista.

Señor Rajoy, la corrupción en España está socavando los cimientos de la democracia. Es sistémica, y se incrementó en el período de la burbuja inmobiliaria.

Las instituciones más importantes del país están afectadas por la corrupción: desde la monarquía hasta gobiernos autonómicos, ayuntamientos, diputaciones, pasando por algunos políticos y empresarios que solo saben medrar y llevárselo crudo: Gürtel, Urdangarín, Pallerols, Palau de la Música, ITVs, Pokemon, Campeón, Fabra, EREs, Baltar, Matas, últimamente la vergüenza de los espionajes… los casos son innumerables.

Y, finalmente, está el caso Bárcenas. A ustedes les pasa con Bárcenas lo que decía Terencio, un cómico latino, que "mala cosa es tener un lobo cogido por las orejas, pues no sabes cómo soltarlo ni cómo continuar aguantándolo".

El caso Bárcenas implica directamente al partido popular, al partido que da soporte a su Gobierno.

Los datos conocidos hasta ahora, apuntan a una supuesta financiación irregular de su partido. Esto es gravísimo. Porque, si a cambio de esa financiación se han hecho concesiones de obras o servicios a determinadas empresas, significaría que se ha competido deslealmente con empresarios honestos y que su partido también habría competido tramposamente en las elecciones con dinero bastardo.

Su partido ha sido víctima de innumerables contradicciones en el caso Bárcenas. Sus dirigentes han dicho una cosa y la contraria a cada información que iba saliendo. Cuando en 2009 es imputado en la trama Gürtel el tesorero que usted nombró, el comunicado del PP defendiendo su inocencia no pudo ser más elocuente, se lo leo literalmente: "La decisión de nuestro tesorero está inspirada, una vez más, en su lealtad hacia nuestra organización". El pacto estaba hecho. La conjura para proteger al "hombre que sabía demasiado" ya se había fraguado.

Tres años y medio después, el conocimiento de una cuenta con 22 millones en Suiza encendió todas las alarmas y puso en peligro el pacto, que después volvió a sellarse con el comunicado exculpatorio del señor Bárcenas como colofón.

Desde que se publicaron los famosos papeles, su estrategia ha sido negarlo todo, poner un cristal traslúcido, que no transparente, para ocultar lo evidente.

Que Génova ha sido como una sucursal de correos, con tanto sobre, lo reconocen hasta personas de su partido. Y en mitad de todo ello las que quieren convertir la crisis en oportunidad para moverle el sillón. Cuánta contradicción, cuánta mentira!

¿Cómo pudieron afirmar que el señor Bárcenas había quedado desvinculado del PP mientras se le mantuvo un despacho, un coche, una secretaria y un salario pagados por el partido hasta pocas semanas?

¿Cómo pueden explicar que el señor Bárcenas amasara una fortuna de más de 22 millones de euros mientras era su tesorero y su gerente? ¿De dónde provenía ese dineral?, de su sueldo seguro que no.

Señor Rajoy, dijo usted hace una semanas que "cuando su partido ha detectado alguna irregularidad, ha actuado, y lo ha hecho con un alto nivel de exigencia que nadie ha igualado", fueron sus palabras.

De verdad Sr. Rajoy, ¿piensa Vd. que es creíble que siendo Presidente del PP no se haya enterado de que su tesorero acumulara 22 millones de euros en una cuenta en Suiza? ¿Cual es la transparencia en su partido? Yo no quiero poner en duda su integridad, pero Vd., como presidente del PP, tiene una responsabilidad política por haber consentido que esos hechos tuvieran lugar y no haber cortado esas irregularidades a su debido tiempo.

Estamos hablando de personas ajenas a la honradez política, y de empresarios que exigen sacrificios a todos los ciudadanos, que dicen que tenemos que apretarnos el cinturón porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que piden trabajar más y cobrar menos.

Pero luego son ellos los primeros en protagonizar el fraude y el engaño. Lo que tienen que hacer ellos es robar menos y trabajar más.

Señorías, estos hechos están deteriorando gravemente la democracia y provocando la desafección política de los ciudadanos. Esta España da una imagen deformada por la corrupción, la incompetencia y una actitud dolosa que ha perjudicado y empeorado gravemente la vida de los españoles. Y yo reivindico la España honesta con Mayúsculas porque no todos somos iguales.

Es necesario un país en el que la ética no sea la excepción, sino la norma. Necesitamos una regeneración democrática que renueve y dé aire fresco a nuestras instituciones.

Y cuando hablamos de ética estamos hablando, por ejemplo, de que es intolerable que siga habiendo expresidentes del Gobierno, como González y Aznar, con sueldos vitalicios y trabajando en las empresas que ellos mismos privatizaron. Con la complicidad de la mayoría de esta cámara.

Podríamos sacar decenas de nombres de altos cargos que han usado la puerta giratoria entre lo público y lo privado. Que han socavado y debilitado al propio Estado enajenando empresas públicas a las que luego han ido como altos directivos a defender los intereses de esas mismas empresas, ahora privadas.

Señor Rajoy, le reitero la propuesta que le hice hace algunas semanas rechazada por Vds.: crear una comisión que investigue las causas que han originado la corrupción y un pleno monográfico de donde salga un compromiso de esta cámara, para elaborar una ley capaz erradicar la lacra de la corrupción. Nuestro grupo ya ha registrado una Proposición de Ley y una PNL que van en ese sentido.

En lo que va de legislatura mi grupo le ha presentado numerosas iniciativas, y yo personalmente le he llevado 22 propuestas concretas en el único encuentro que mantuvimos (lucha contra el fraude, planes de empleo, planes contra la pobreza, sobre vivienda y desahucios…). Propuestas que su Gobierno no ha tenido en cuenta.

Pero vamos a seguir insistiendo porque los ciudadanos necesitan esperanza. Por eso traigo aquí algunas propuestas:
- Que exija en el consejo de la UE modificar el estatuto del Banco Central Europeo, y pedirle que los recursos que destina a la banca española al 1% los dedique a cubrir nuestro déficit y la deuda que genera.
- Auditar y renegociar la deuda y sus intereses, determinando qué parte es ilegítima.
- Que solicite la creación de un fondo de convergencia social en Europa y exigir un plan de inversiones europeo desarrollando la aplicación del impuesto a las transacciones financieras con una base amplia.
- Que pida la supresión de los paraísos fiscales y de los billetes de 500 euros.

Y para España le propongo:
1- Elaborar un plan de choque de formación-empleo para los parados sin ayudas (suprimiendo todas las peonadas exigidas para el PER de Andalucía y Extremadura).
2- Un plan de lucha contra la pobreza y la exclusión social.
3- Un plan de rehabilitación y climatización de viviendas.
4- Un debate monográfico sobre el empleo en el Parlamento, del que salga un plan de creación de empleo indefinido y estable.
5- Ampliar la tasa de reposición de empleados públicos al 100% y devolver la paga extra que se les quitó.
6- Un pleno extraordinario para determinar el nuevo modelo productivo.
7- Dotar de más medios y recursos a la administración de justicia y de Hacienda para luchar contra la corrupción.
8- Un plan de lucha contra el fraude fiscal.
9- Un plan de reforma fiscal progresiva.
10- Y un plan para garantizar el derecho de acceso a la vivienda y la dación en pago.

No quiero finalizar mi intervención sin hacerle también algunas preguntas a las que quiero que me conteste:
1- ¿Va usted a aprobar las peticiones de la iniciativa de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca?
2- ¿Va a intervenir su Gobierno para que se devuelva el dinero que los bancos han estafado con las preferentes a cientos de miles de mayores y ahorradores?
3- ¿Puede decirme exactamente en qué sectores está basando su modelo productivo?
4- ¿Pretende usted privatizar los servicios que van a dejar de prestar los ayuntamientos a través de las diputaciones?
5-¿Va Vd. a querellarse contra Bárcenas como presidente del Partido Popular?

En todo caso, señor Rajoy, como sospecho que no está dispuesto a cambiar su hoja de ruta, por muchas propuestas que le hagamos, que continuará con el incumplimiento de su programa, con el deterioro social, económico, político y democrático que hay en nuestro país, además del caso Bárcenas…

Tengo que decirle que solo le queda una salida honrosa, que es darle la voz al pueblo de nuevo, y que sean los ciudadanos los que se pronuncien. Porque lo contrario es gobernar sobre la mentira, y eso no es admisible.

Sr. Rajoy "Su única fuerza es la ley, pero su debilidad consiste, precisamente, en que no le ampara más que la Ley, porque no cuenta con la confianza de la sociedad y porque gobierna contra los deseos de la mayoría de los españoles". Supongo que esta frase le sonará. Se la dirigió usted al anterior Presidente del Gobierno durante el último Debate sobre el estado de la Nación. ¡Aplíquesela, dimita y convoque elecciones generales!"