(ATTAC España, 2/02/2013)
Carlos Martínez – ATTAC Andalucía
En estos momentos hay que reaccionar con contundencia. La crisis del régimen del 78 vive su momento más álgido. La corrupción rampante en la Corona y el partido de gobierno, el PP, así como también casos no resueltos y vivos en los otros partidos del turno y dinásticos al igual que en la derecha nacionalista catalana, apoyo sustancial del régimen, obligan a tomar medidas y urgentes. A esto hay que sumarle 6.000.000 millones de parados y paradas y la ofensiva neofascista del PP al pretender limitar todavía más la democracia, atacando a los ayuntamientos, último bastión más cercano al pueblo y más controlable, al igual que la operación de volver al estado centralista.
Este gobierno corrupto carece de legitimidad para gobernar. Sus políticas de austeridad y recorte nos están llevando a la pobreza, el hambre y la exclusión de amplias capas de población y destrozando el tejido productivo, mientras los ricos son cada vez más ricos.
La Constitución del 78, reformada por PSOE y PP por la vía de urgencia en su articulo 135 es la excusa perfecta y la base legal, para recortar, imponer políticas de austeridad y que los derechos de los bancos estén por encima de las personas. Además ha dejado al descubierto la falacia de la igualdad ante la ley y el carácter de clase de la reforma favoreciendo tan solo a los poderes financieros. El bipartidismo demostró con ese acto su verdadero rostro.
Vivimos en un estado injusto, desigual y donde las grandes fortunas y empresas, no pagan impuestos y los bancos operan en paraísos fiscales con total impunidad.
En consecuencia, creo firmemente que hay que exigir la dimisión del Gobierno ya. Salir a la calle a defender la democracia y la igualdad y exigir un proceso constituyente.
Para encarar con éxito las próximas elecciones, hay que constituir y ya una Coalición amplia y social que con un programa que todas y todos los altermundistas, socialistas de izquierdas antineoliberales, indignados y constituyentes, comunistas y militantes de IU así como nacionalistas de izquierdas y demócratas con conciencia social, tenemos ya muy claro y en mente. Para encarar un nuevo tiempo que viene hay que constituir una nueva Convergencia política amplia y común para gobernar y reformar la Constitución o redactar una nueva, que sería lo ideal.
En cualquier caso, si los movimientos sociales, sindicatos, partidos no corruptos ni implicados en recortes y ciudadanas y ciudadanos conscientes y combativos no nos ponemos de acuerdo, la culpa será solo nuestra. Aunque también aquí habrá diferentes grados de responsabilidad. Insisto, no se trata de subir en las encuestas e intención de voto o formar "un gobierno de progreso", se trata de gobernar, se trata de vencer, se trata de frenar esta sangría social, se trata de plantar cara, se trata de cambiar.
En estos momentos hay que reaccionar con contundencia. La crisis del régimen del 78 vive su momento más álgido. La corrupción rampante en la Corona y el partido de gobierno, el PP, así como también casos no resueltos y vivos en los otros partidos del turno y dinásticos al igual que en la derecha nacionalista catalana, apoyo sustancial del régimen, obligan a tomar medidas y urgentes. A esto hay que sumarle 6.000.000 millones de parados y paradas y la ofensiva neofascista del PP al pretender limitar todavía más la democracia, atacando a los ayuntamientos, último bastión más cercano al pueblo y más controlable, al igual que la operación de volver al estado centralista.
Este gobierno corrupto carece de legitimidad para gobernar. Sus políticas de austeridad y recorte nos están llevando a la pobreza, el hambre y la exclusión de amplias capas de población y destrozando el tejido productivo, mientras los ricos son cada vez más ricos.
La Constitución del 78, reformada por PSOE y PP por la vía de urgencia en su articulo 135 es la excusa perfecta y la base legal, para recortar, imponer políticas de austeridad y que los derechos de los bancos estén por encima de las personas. Además ha dejado al descubierto la falacia de la igualdad ante la ley y el carácter de clase de la reforma favoreciendo tan solo a los poderes financieros. El bipartidismo demostró con ese acto su verdadero rostro.
Vivimos en un estado injusto, desigual y donde las grandes fortunas y empresas, no pagan impuestos y los bancos operan en paraísos fiscales con total impunidad.
En consecuencia, creo firmemente que hay que exigir la dimisión del Gobierno ya. Salir a la calle a defender la democracia y la igualdad y exigir un proceso constituyente.
Para encarar con éxito las próximas elecciones, hay que constituir y ya una Coalición amplia y social que con un programa que todas y todos los altermundistas, socialistas de izquierdas antineoliberales, indignados y constituyentes, comunistas y militantes de IU así como nacionalistas de izquierdas y demócratas con conciencia social, tenemos ya muy claro y en mente. Para encarar un nuevo tiempo que viene hay que constituir una nueva Convergencia política amplia y común para gobernar y reformar la Constitución o redactar una nueva, que sería lo ideal.
En cualquier caso, si los movimientos sociales, sindicatos, partidos no corruptos ni implicados en recortes y ciudadanas y ciudadanos conscientes y combativos no nos ponemos de acuerdo, la culpa será solo nuestra. Aunque también aquí habrá diferentes grados de responsabilidad. Insisto, no se trata de subir en las encuestas e intención de voto o formar "un gobierno de progreso", se trata de gobernar, se trata de vencer, se trata de frenar esta sangría social, se trata de plantar cara, se trata de cambiar.
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