¿DEBEMOS DOBLAR LA AYUDA O REDUCIRLA A LA MITAD?

(3500 Millones, 9/03/2012)

Esta entrada ha sido escrita desde Londres por ALEX PRATS
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Foto: © UNHCR/G.Dubourthoumieu
¿Qué hay que hacer con la Ayuda Oficial al Desarrollo? ¿Doblarla o reducirla a la mitad? Este es el título de una conferencia de Jonathan Glennie (investigador en el Overseas Development Institute) a la que asistí hace unos días en Londres. En los tiempos agrios que corren, es obvio que la pregunta es pertinente.

Se me ocurren bastantes posibles argumentos por los que la ayuda debería doblarse. Les diré tres:

Uno: sin recursos no hay desarrollo, y los países menos desarrollados se caracterizan, en general, por su poca capacidad para generar recursos por sí mismos de forma sostenible. Sin más Ayuda no es posible el despegue.

Dos: la Ayuda al Desarrollo debe aumentarse para compensar la pérdida de ingresos que han sufrido en las últimas décadas los países en vías de desarrollo por culpa de la política de liberalización comercial impuesta, precisamente, por los países donantes. Los estudios dicen que por cada dólar perdido sólo se ha logrado recuperar 30 céntimos.

Y tres: la Ayuda debe aumentar para que los países en desarrollo puedan adaptarse a los devastadores efectos del cambio climático (sobre todo en la agricultura), provocado, principalmente, por los países industrializados.

La cuestión es que también se me ocurren bastantes razones para argumentar por qué la Ayuda al Desarrollo debería reducirse a la mitad. Para que la cosa quede equilibrada, me quedo también con tres:

Uno: la Ayuda al Desarrollo, en tiempos de Gran Recesión y 'reduccionitis' del déficit fiscal, no es un gasto prioritario. Rajoy dixit.

Dos: se ha demostrado en los últimos cuarenta años que la Ayuda al Desarrollo no incentiva a los gobiernos de los países receptores a buscar vías alternativas para la generación de recursos. La Ayuda crea dependencia.

Tres: reducir la Ayuda es la única forma de que los países en vías de desarrollo logren la autonomía necesaria para decidir por sí mismos cuáles deben ser las políticas más adecuadas que deben llevar a cabo, pues  la Ayuda es en ocasiones un instrumento de política exterior al servicio de los países ricos.

¿Les cuento mi opinión? Creo que la ayuda debería aumentar en el corto plazo, pero se debería trabajar con firmeza para hacer viable una reducción importante en un horizonte de 20-25 años. Y para que de aquí a ese tiempo no tenga que repetirles lo mismo, desde hoy debería actuarse, al menos, en estos cuatro frentes:

Objetivo 1: Los países en vías de desarrollo deben hacer reformas fiscales que les permitan aumentar sus recursos propios vía captación de impuestos. Esto no es fácil en países donde más de la mitad de la población vive con menos de 2 dólares al día, pero parte de la solución quizás pase por promover el sector privado local y regular la economía informal. La reforma fiscal también debe servir para que los países en vías de desarrollo se queden con un trozo más grande del pastel que representa el petróleo y los minerales. Una parte muy importante de la riqueza que se genera no se queda en África, sino que la disfrutan nuestras multinacionales.

Objetivo 2:  Es urgente combatir y acabar con los flujos financieros ilegales. Por cada dólar de ayuda que entra en África Sub-Sahariana, dos dólares salen ilegalmente de África hacia nuestros países desarrollados. ¿A dónde va ese dinero? ¿Por qué nadie frena esta hemorragia? ¡Ah, qué preguntas tan impertinentes!

Objetivo 3: Es obligatorio mejorar la calidad de la Ayuda al Desarrollo. Más coordinación, menos fragmentación, mejores sistemas de incentivos,  más evaluación de resultados para el aprendizaje, y sobre todo, rienda suelta a la creatividad para encontrar nuevas y mejores fórmulas.

Objetivo 4: Hay que cambiar las reglas comerciales injustas que dificultan las exportaciones africanas (por ejemplo, vía barreras no arancelarias), favorecen en cambio nuestras exportaciones (por ejemplo, vía subsidios a la leche y al azúcar) y privan a los países en desarrollo de posibles ingresos generados por impuestos sobre el comercio. Ningún país en la historia ha logrado alcanzar la senda del desarrollo abriendo unilateralmente sus fronteras. Esto lo explica muy bien Ha-Joon Chang en 'Retirar la escalera'.

Cada uno de estos cuatro objetivos merecen un post por sí mismos. Mientras tanto, ¿qué piensan ustedes que se debería hacer? ¿Doblar la Ayuda al Desarrollo o reducirla a la mitad?

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